Yo en un mundo de Dioses griegos

Gremio

Acteón camino por el bazar de un gremio siendo seguido por Adán, Acteón estaba emocionado este gremio era uno de los mejores en toda Grecia, grandes héroes e hijos de Zeus salieron de este gremio, además tenía trabajos de alto rango, sería una buena experiencia para cualquier cazador sin importar el nivel de sus presas o sus habilidades, además siempre había alcohol y chicas bonitas, este lugar era un paraíso y le encantaba estar en este lugar, conocía a mucha gente en este sitio.

Detrás de Acteón estaba Adán debía admitir que esperaba más de este gremio, era como un mercado exótico, armas, libros, pergaminos, armaduras, pociones y todo tipo de cosas de cosas raras, juraba que había visto un ojo gigante, además estaba un poco sucio y olía feo, supongo que algunas cosas no podían ser perfectas por más fama que tuvieran.

Adán camino con tranquilidad y siguió a Acteón hasta un salón donde había varias personas comiendo alrededor largas mesas de madera, Acteón guío a Adán a la barra, una ves más Adán llamo la atención de todo los que estaban en el comedor, algunas águilas mensajeras se acercaron y se inclinaron ante su presencia lo que puso en shock a los cazadores, las águilas solo se arrodillaba ante Zeus.

Adán le resto importancia y se sentó en la barra junto a Acteón, ambos fueron atendidos por una mesera increíblemente hermosa, probablemente tenía sangre ninfa en sus venas esta chica trato de llamar la atención de Adán, los hijos de Zeus generalmente tenían mucho poder político y definitivamente era atractivo, lamentablemente para ella Adán la miro como si fuera poca cosa, el simplemente estaba disfrutando de la comida, lo único bueno en el mundo.

Todos estaban en sus asuntos cuando las puertas del gremio se abrieron de golpe y entro una persona con el cuerpo lleno de sangre.

–¡¡¡Una emergencia, una catástrofe, ah pasado algo horrible!!!–, grito desconsolado.

–¡Por los Dioses, cazador que te a sucedido!–, grito una de las camareras.

–La criatura que mi grupo fue a investigar fue mal catalogada, no era una criatura de primera categoría, todo mi equipo fue exterminado, la criatura solamente jugo conmigo por horas pero algo hizo que perdiera el interés–, hablo el caído cazador.

Los sonidos de horror y discusiones empezaron por todo el salón, algunos  cazadores llevaron al caído a la enfermería y además de que el rumor se empezó a expandir, Acteón estaba nervioso una bestia legendaria no era algo bueno, cualquier cosa de ese rango podría rivalizar con un Dios, si alguna se acercara a una ciudad, las muertes serían miles... Además esas bestias son increíblemente inteligentes, al menos para su tipo.

Muchos cazadores entraron al gran comedor donde empezaron a discutir, el equipo que fue a rastrear la bestia era un buen equipo con varias caserías de primera categoría, lo único que pudo destrozarlos de tal forma era una bestia epica o legendaria, no había muchos cazadores en el mundo que pudiera derribar algo así, además en ese gremio no había ningún cazador de ese tipo y la criatura estaba cerca de la zona de peregrinación... Si no la detienen muchos morirán.

Las puertas se abrieron y entro una persona de una edad avanzada, en su presencia todo los cazadores guardaron silencio, el viejo levanto un libro y empezó a leer en voz alta, –"El felino no es un dios, te repites.
Cómo acometer su sed de colmillo viril, su honda mordedura que desgarra los sueños.
Una flecha, un golpe en la testuz, tu espada no puede con la piel del monstruo, invulnerable al frío metal.", De todas las bestias catalogadas por este gremio sin ninguna duda la más peligrosa era el Rey león de Nemea, los rasguños y mordeduras que están los cadáveres concuerdan con las heridas que tenía Heracles hace años, el Rey León de Nemea a vuelto–.

El pánico resurgió rápidamente, como era posible que esa bestia haya regresado de la muerte, ¿Quien había insultado a Hades de tal forma que soltaría algo así en el mundo?.

–¡Silencio!, Cazadores, el hecho de que un equipo de rastreo de alto rango fuera contratado para investigar la desaparición de un simple mercader no es coincidencia, pronto cientos de peregrinos llegarán a esa zona y pasarán por Nemea a comprar provisiones para su viaje, la prioridad de acabar con la bestia es absoluta, pero solo aquellos que hayan acabado con una bestia de primer rango puede inscribirse en la casería–, decreto el anciano que al parecer era el líder del gremio.

Todos los cazadores empezaron a verse con lo que podría llamarse miedo, una cazadora estaba por hablar pero antes de que ella digiera algo Adán se levantó de su silla y empezó a caminar hacia la puerta solo para detenerse a la mitad de camino.

–¿Acteón, estás listo?–, pregunto el hombre entre hombres.