–Por fin regresaste al jardín–, se escuchó una voz femenina detrás de Adán.
Adán al escuchar la voz sintió un fuerte dolor en su cabeza mientras que una ola de recuerdos llegaban a su cabeza, no entendía por qué le dolía tanto la cabeza, no podía concentrarse en nada de lo que sucedía a su alrededor... Podía escuchar ecos de su anterior vida o mejor dicho de otra vida futura, no sabía que estaba pasando, no entendía que fue lo que había pasado ese día, solamente podía escuchar su propia voz pronunciar el nombre de la chica que se encontraba a sus espaldas, "Eva", el dolor de cabeza empeoró de golpe cuando su equilibrio se perdió, podía ver cómo el césped del jardín se acercaba al mismo tiempo que escuchaba una voz a la distancia pero no podía entender lo que decía.
Adán se encontraba rodeado de fuego el cual se extendía por los alrededores, podía reconocer el lugar en el que estaba, frente a el se encontraba el gremio de cazadores pero a sus espaldas estaba la ciudad de Nemea y el reyno de Cirene, podía reconocer partes de toda Libia que ardía dentro de llamas metaforicas, la guerra se había extendido, la tierra había caído y los dioses se encontraban aislados dentro del Olimpo sin poder intervenir, los dioses oscuros se habían revelado encontrá de Zeus y habían tomado el mundo para ellos buscando la forma de aumentar su fuerza para poder derrotar a los demás dioses, una nueva era estaba por surgir y los humanos se encontraban atrapados en medio de todo, pocos sobrevivirían pero no importaba, los humanos no eran necesarios para los dioses, solo eran una fuente de poder y sin importar que los cazadores se unieran o que los ejércitos marcharan juntos, la humanidad perdería en su lucha por su supervivencia, todo a su alrededor fue destruido pero el fuego se había convertido en luz, un espacio en blanco.
El sonido de los latidos de un corazón, el calor del cuerpo humano, el aroma distintivo de un ser humano, Adán abrió los ojos rápidamente y noto que la mujer que recordaba de su vida en su otra vida se encontraba frente a el, sus cabellos dorados fluían como un río de oro, sus ojos azules brillaban como el cielo en un día soleado y despejado, era casi como ver sus ojos reflejados solo que cada par mostraba algo diferente, mientras que los ojos de Adán estaban llenos de indiferencia y seguridad los de Eva mostraban inocencia y asombro, además los ojos de Eva eran más hermosos.
–¿Te sientes mejor?, Me preocupe mucho cuando te desmayaste–, hablo Eva con preocupación palpable.
–Estoy bien, solamente estaba algo cansado, hace poco luche contra una especie de gato súper desarrollado y supongo que me excedi–, medio mintió Adán, si bien se sentía normal sabía que su sueño no podía ser algo normal.
Adán casi sonríe cuando ve la cara de Eva que parecía estar en medio de una lucha interna, la chica lo miro por unos segundos para después desviar los ojos hacia el césped que al parecer se había convertido en lo más interesante del mundo, la chica definitivamente actuaba raro, quizás era algo tímida, estaba por hablar cuando su expresión cambio a una de determinación que sinceramente daba más ternura que confianza.
–Adán, me gustaría conocerte mejor y poder hablar contigo–, dijo Eva de una forma apresurada.
–Claro, a mi también me gustaría conocerte mejor, después de todo somos los únicos dos humanos creados en el jardín–, contesto Adán con simpleza.
El rostro de Eva se iluminó con felicidad mientras sonreía y abrazaba a Adán hablando sobre todo lo que quería hacer en el jardín, el primer hombre sabía que tenía un compromiso en el mundo griego pero prefería quedarse con Eva por el momento, además podría volver al mundo griego en cualquier momento, incluso en este punto tenía la pequeña duda sobre si realmente debía regresar al otro mundo, el jardín era su hogar y el otro mundo solo le causaba problemas, apesar de ser humanos eran totalmente diferentes en su mayoría, no son como yo pero había algo que me pedía regresar a ayudarlos, quizás... Quizás solo regrese para ayudarlos y después me despida para siempre, después de todo padre me quiere en el jardín, probablemente creo a Eva como una forma de mantenerme dentro del jardín.
A veces no entendía como pensaba nuestro padre, ¿Acaso los humanos solo somos una creación más a la que le tiene cierto favoritismo?, ¿Solo somos una creación más?, ¿Realmente soy su hijo?, ¿Eva y yo somos hermanos?, Esas y otras preguntas más llenaban mi cabeza además de la culpa provocada por ver los pucheros tristes de Eva al ver cómo estaba siendo ignorada, quizás deba contarle uno de esos magníficos cuentos que encontré en el otro mundo, aunque debo asegurarme de recalcar que es demasiado peligroso ir al mundo griego, definitivamente quería que estuviera segura y no había un lugar más seguro que el jardín del Edén, solo debía de asegurarme que no quedarán serpientes en el.
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Yo en un mundo de Dioses griegos
Hayran KurguBásicamente aparecí en la nada como un humano, un humano que desafiará al Olimpo, un humano que no envejece y que puede igualar/imitar/superar a los Dioses Adán tendrá el poder de sus ojos aún más controlados sabiendo que los va a necesitar... F por...