El humano que desafío a una Diosa

4K 448 103
                                    

–Adán–, prácticamente rogó el príncipe.

–Maldito humano como te atreves a espiarnos–, grito una cazadora mientras apretaba su arco.

–Espiar... Observar atenta y disimuladamente lo que dice o hace alguien por algún interés o al servicio de otra persona... Bajo esa descripción no estoy espiando nada, ni siquiera las estoy viendo y si no fueran tan ruidosas no las estaría escuchando–, Adán hablo con simpleza mientras se acercaba a la orilla, sus pies por fin estaban limpios.

Una luz brillo detrás de el, la luz había cubierto a las cazadoras que a hora estaban totalmente vestidas, Artemisa estaba furiosa, como se atrevía este humano a romper uno de los juramentos que hizo, encima se estaba burlando de ella como si no le importara nada.

–No se porque se enojan, el río es de todos... Mejor dicho el río es de la oceanide de este río, además si alguien debería estar enojado soy yo, que tantas mujeres me vean mientras me aseó, acaso son pervertidas?, Pensé que solo Afrodita tendría ese tipo de costumbres–.

–Como te atreves Mortal?!–, pregunto con furia la diosa.

–Nunca entendí por qué los Dioses usan el término mortal para otros cuando ellos también pueden morir, tus ojos están llenos de odio, patético–, Adán se acercó a la orilla como si nada y tomo del hombro a Acteón, estaban por irse cuando el sonido de varias flechas se escucharon por el aire, no me dejan opción.

Gire mi cuerpo mientras mis ojos brillaban, en cuestión de milésimas de segundos todas las flechas estaban en mi mano derecha la única que noto un poco de mi movimiento fue Artemisa la que me miraba con sorpresa.

–Las flechas solo sirven si pueden alcanzar a su blanco, son cazadoras, no? Entonces aprendan a escoger su presa y no se dejen llevar por emociones... No hay nada más ridículo que un cazador cazado por su presa–, me di la vuelta con las flechas en mi mano, talvez podría venderlas.

–Acteón, que te parece si nos vamos a buscar la la ropa de reserva que me dijiste... Me gustaría usar la ropa de cambio, no es por nada pero creo que estás un poco sudoroso y me acabo de limpiar y bueno ya viste lo peligroso que es bañarse por aquí–, el hombre entre hombres camino sin preocuparse ante la mirada asombrada de su amigo y la sorpresa de las cazadoras, Artemisa lo miro fijamente mientras analizaba lo que había pasado.

Adán había salvado a un inocente y había humillado a una de las Diosas más orgullosas y vengativas que habían, además se había hecho amigo de un príncipe... Algo digno de el, a hora el se preguntaba que debería hacer?.

Acteón no paraba de hablar sobre lo ocurrido, de hecho cada vez hablaba más fuerte mientras agitaba los brazos... Realmente no era para tanto o si?.

–Su majestad Adán usted fue increíble!!!, Ridiculizó a una olímpica enfrente de su séquito y mostró un poder digno de Dioses!, Espera eso significa que eres un tipo de super espíritu del bosque o un Dios?–.

–Que dices?, Soy humano, mi padre es un dios pero el me creo... Supongo que tiene ventajas ser el primer humano, la imagen y semejanza de dios–.

–El primer humano!, Espera los primeros humanos son así de fuertes!–, Acteón estaba apunto de desmayarse con lo último que Adán le había dicho.

–Bueno, no eh tenido hijos... Ustedes son un tipo de humanidad diferente, mi Dios es amor justicia y perdón, además es un Dios único no como los cientos de dioses que existen en este mundo–.

–Entonces eres un humano creado por otro Dios... Un dios de otro mundo!?, Como diablos llegaste aquí?–.

–Comí un fruto prohibido, Dios creo el mundo para mí y solo me pidió que no comiera ese fruto... Digamos que hice lo que quise y terminé aquí–.

–Te expulsó...

–Nop de hecho me busco y me ofreció volver cuando quiera además de que me regaló un poder y me iba a crear una compañera perfecta, talvez dos–.

–Me tocaron los Dioses puñados mientras que tú tienes un tipo de papá genial y todo poderoso–.

–Espero que no te escuchen tus Dioses... Puede que mi padre me proteja pero no puedo decir lo mismo para ti, además no le digas a nadie más sobre esto, quien sabe quién esté escuchando, por el momento estamos solos, puedo saberlo, pero mientras tanto será mejor que seamos discretos–.

Acteón se quedó parado de pie junto a su caballo, Adán se estaba vistiendo con la ropa de Acteón, definitivamente le quedaba el look de la realeza.

–Pero... Por qué me cuentas algo tan importante–, susurro Acteón.

–Por que eres mi mejor amigo, aunque técnicamente eres el primero, los angeles son muy muy recatados–, Adán se miró mientras que los perros y el caballo lo miraban con admiración, me estaban venerando?.

–No te defraudaré, seremos el mejor duo, amigos inseparables, se contarán leyendas de nuestras aventuras, enfrentaremos a las bestias y dioses malvados...

–Si, solo procura mantenerte detrás mío, no es por nada pero sin mi a hora mismo serías comida de perros, tus perros...–.

–Okey, entonces entrenaré puntería, tu los enfrentas y yo les tiro flechas en sus partes sensibles–, dijo Acteón sin perder su humor, el había montado su caballo y trato de hacerme un lugar.

–Probablemente pueda correr cientos de veces más rápido que tu caballo, además necesito hacer cardio, nunca eh entrenado... Y si seremos el dúo magnífico necesitaré entrenar–, Adán apretó sus puños pensando en su batalla contra Zeus, forma final mi trasero.

Yo en un mundo de Dioses griegosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora