Nemea liberada

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El humano avanzo de forma lenta pero firme mientras que el león retrocedía tratando de encontrar un punto débil, el físico de los humanos era el mismo por lo que una mordida precisa debía ser suficiente... Pero no encontraba la forma de atacar, algo en sus instintos le advertía que su ataque fallaría, debía encontrar la forma de superar la velocidad del humano o encontrar la forma de sortear esa desventaja.

El león sabía que no podía darle la espalda a su rival... Ese error le costaría la vida, si saltaba  solo expondría su vientre, sus zarpas ya habían sido detenidas por el humano, si atacaba de frente sus ojos serían dañados, por más que el león pensará en su siguiente movimiento no encontraba la forma de lograr un ataque exitoso contra el humano, definitivamente sería un rival digno, sin duda sería un manjar delicioso.

El humano no iba a esperar el ataque del león, no tenía la necesidad, además eso iría contra su naturaleza, el primer humano no tenía miedo de atacar primero, de hecho no conocía el miedo, no lo necesitaba... Un humano sin miedo generalmente moriría ante los peligros de la naturaleza, pero Adán no necesitaba el miedo, no había nada en la naturaleza que representará un peligro para el, así que no había necesidad de tenerlo a diferencia del león que estaba retrocediendo de el, Acteón había dicho que el león de Nemea había sido asesinado por Heracles... Quizás al ya haber conocido la derrota tenía miedo de volver a sentirla.

Detrás de ambos luchadores se encontraban los tres espectadores que miraban con asombro como el león retrocedía ante un ser humano, Acteón recordó vagamente algo que no había notado antes, cuando había conocido Adán, el había quedado sorprendido por la hazaña de Adán pero había dejado algo incluso más impactante de lado... El rostro de Artemisa había mostrado una emoción por unos pocos segundos, casi de manera imperceptible, quizás ni ella misma lo noto pero por unos pocos segundos su rostro reflejo miedo... Algo sorprendente, pensar que seres tan poderosos como los dioses podían sentir miedo pero tenía sentido, un dios no era invencible, un dios podía morir, así que era normal que ellos también tuvieran un mecanismo de autopreservación.

A hora el león probablemente sentía lo mismo, se había topado con un muro que no podía escalar, una presa que se había convertido en depredador, la cacería se había invertido como hace mucho tiempo atrás y a hora era el león el que era la presa del ser humano, aunque apenas había empezado y solo se habían intercambiado un par de golpes la batalla ya tenía a alguien en una posición de ventaja, incluso se podría decir que psicológicamente ya había un ganador.

El humano se lanzó a gran velocidad hacia el león que se levantó sobre sus patas traseras mientras lanzaba sus patas delanteras en fuertes zarpazos defensivos, el humano los esquivo hábilmente mientras se acercaba al cuerpo del león que decidió lanzarse sobre su presa al tenerla a pocos centímetros de distancia, el humano simplemente se agachó pasando por debajo del león levantado la mirada y lanzando un fuerte golpe hacia arriba impactando en la parte baja del estómago del león, quien sintió un enorme mientras estaba en el aire obligando a qué cerrará los ojos, Adán simplemente salto sobre el lomo de león que se sacudió violentamente tratando de quitarse al humano de su espalda pero este tomo su melena y la sujeto pasando un brazo por debajo de la mandíbula del león y apretando con fuerza el cuello del felino.

El león de Nemea abrió los ojos con terror al recordar su muerte a manos del semidiós, la única diferencia notable era que el agarre de este humano era mucho más fuerte y firme, el león no podía creer la diferencia entre Heracles y este humano, la velocidad y la fuerza del humano eran impactantes, sabía que llegados a este punto no había salvación, sería enviado al tártaro de nuevo, pero no sé iría solo... El león avanzó con velocidad hacia los espectadores, Erick y Acteón recuperaron inmediatamente la fuerza de sus piernas y dieron la vuelta mientras corrían despavoridos pero a diferencia de ellos Atlanta estaba demasiado herida para moverse, los dientes del león se acercaban y para su mala suerte ni el principe ni el curandero no habían notado que se había quedado completamente paralizada en el suelo, está noche había perdido a varios de sus compañeros, había sido el juguete de una bestia invencible para al final morir, Atlanta cerró los ojos esperando su final.

Afortunadamente Adán había notado, como los otros dos habían abandonado a la chica y definitivamente no iba a dejar que una persona más muriera, Adán se concentro y aplicó toda su fuerza de golpe, un asqueroso sonido de destrucción total resonó en la cima de la montaña, Adán aplastó y pulverizó totalmente el cuello del león, el cuerpo de la bestia cayó al suelo tal como lo haría una marioneta si le cortaran los hilos, de su boca salió un chorro de sangre salpicando a su alrededor ensuciando el suelo y el cuerpo de la cazadora que había quedado a poco más de medio metro del cadáver del león, la cazadora se había quedado totalmente petrificada con lágrimas cayendo de su rostro por lo cerca que había estado de su muerte.

La cazadora sintió que algo la rodeo y  rápidamente reaccionó por instinto empujando su daga hacia el lugar del que la atacaban, su daga se rompió en pedazos horrorizandola, pero al no sentir dolor o al menos escuchar como la devoraban abrió los ojos quedando en shock cuando pudo notar que lo que había atacado era una persona en lugar de al león, una persona que la estaba abrazando mientras acariciaba suavemente su cabello.

–Tranquila, no dejaré que nada te pase–, susurro Adán mientras abrazaba a la cazadora que tardo bastante poco en empezar a llorar desconsoladamente en su hombro, el príncipe y el curandero se acercaron a la escena pero se quedaron petrificados por la mirada que Adán les dió... Claramente no le había hecho gracia que  dejaran a la cazadora a su suerte pero no podía culparlos... Realmente esperaban que no los culpara.

Yo en un mundo de Dioses griegosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora