Todos saben que soy un buen zorro

Arco 9: Capítulo 115

Le gusto a Shi Qing.

La persona que le gusta a Shi Qing... soy yo.

Estos fueron los únicos dos pensamientos que quedaron en la mente de Tan Mingjin.

Pasaron de un lado a otro una y otra vez de una manera casi obsesiva.

Pero lo hicieron muy feliz.

Tan pronto como recordó que la persona que le gustaba a Shi Qing era Tan Mingjin, el hombre no podía dejar de sonreír.

Si.

Así es.

Así debería ser.

Dieciséis años de diferencia en edad, con una riqueza que nadie en esta ciudad podría igualar.

La persona que lo trató bien, le dio unas palmaditas en la cabeza, le envió comida que le gustaba y conversó por video con él todos los días.

Cuando revisó las declaraciones de Shi Qing ese día sin la suposición de que la persona que le gustaba debía ser una mujer, todo apuntaba a que esa persona era él, Tan Mingjin.

Shi Qing actuó como si no le agradara, pero el pequeño Shi Qing que representaba sus pensamientos internos siempre miraba al hombre con afecto y admiración, siempre clamando por un abrazo.

A Shi Qing claramente no le gustaba Cheng Yunling en absoluto, pero se obligó a actuar como si la estuviera cortejando.

La razón por la que hizo esto fue porque Tan Mingjin una vez le había mostrado un toque de cuidado y buena voluntad a Cheng Yunling.

Este niño debe haber estado celoso.

Tan pronto como reconcilió el comportamiento feroz pero agraviado de Shi Qing con los celos, Tan Mingjin no pudo evitar reír en voz baja.

Los pequeños detalles que antes no se tomaba en serio empezaron a tener sentido.

¿Por qué Shi Qing nunca tomó la iniciativa de acercarse a él cuando claramente le gustaba estar cerca?

¿Por qué Shi Qing lo llamó tres veces al día después de que él y Cheng Yunling se habían vuelto 'cercanos'?

¿Por qué este niño reaccionó con tanta fuerza cuando Tan Mingjin quiso ir a una cita a ciegas?

La respuesta a todas estas preguntas había salido a la luz.

Cuanto más pensaba en ello, más clara se volvía la situación. Toda la sangre en el cuerpo del hombre parecía hervir, junto con sus pensamientos.

Me gusta Shi Qing, y yo también le gusto a Shi Qing.

¿Hay algo en el mundo que pueda hacer que una persona se sienta más feliz?

El conductor que manejaba con cuidado miró por el espejo retrovisor al presidente Tan, que tenía una sonrisa amable en el rostro. La ligera curvatura de los labios de su jefe le hizo estremecerse.

Había trabajado para el presidente Tan durante tanto tiempo y vio muchas veces dónde la cara del hombre estaba tan fría como el hielo, pero esta era la primera vez que el conductor lo veía así.

Sonreía y luego reía mientras negaba con la cabeza.

¿Seguía siendo el presidente Tan?

¿Podría ser que... ¿¿entró en contacto con fuerzas sobrenaturales??

El conductor supersticioso volvió a temblar. Continuó conduciendo lleno de inquietud.

El comportamiento actual de Tan Mingjin era completamente instintivo.