Todos saben que soy un buen zorro

Arco 8: Capítulo 97

En la cima del pico Qing Jian, Shang Lu y Qiao Lingyu se escondieron cuidadosamente detrás de un árbol, asomando la cabeza.

Delante de ellos, Rong Jue, que estaba vestido solo con una sola capa de ropa, se arrodilló frente a la puerta.

Qiao Lingyu lo miró con preocupación en sus ojos. "Er-shixiong, Da-shixiong ha estado arrodillado durante todo un día... ¿Podría haber pasado algo?"

Shang Lu también miró a Rong Jue varias veces con cierta vacilación, "Bueno, Da-shixiong es solo un mortal ahora, así que arrodillarse durante un día entero debería ser bastante incómodo. Pero parece estar bien a juzgar por su apariencia".

Aunque los dos estaban discutiendo en susurros, no se atrevieron a avanzar para suplicar piedad por Rong Jue, quien parecía haber cometido un error.

Después de todo, cuando lo hicieron antes, Shizun no mostró ninguna reacción desde el interior de su habitación. En realidad, fue Rong Jue quien dijo sin rodeos que había cometido un gran error.

A pesar de que Shizun castigaba constantemente a su Da-shixiong, no era el tipo de persona que confesaba algo que no había hecho.

Entonces, cuando Rong Jue admitió la culpa, los dos solo pudieron reprimir sus preocupaciones sobre su salud y vigilar en silencio.

De esta manera, si algo le sucediera a Da-shixiong, aún podrían ayudar a llevárselo.

En realidad, Rong Jue no era un mortal. Podía escuchar la conversación de Shang Lu y Qiao Lingyu incluso si estaba arrodillado en el patio, simplemente no reaccionó en lo más mínimo.

Los ojos del señor demonio estaban abatidos. Sus hermanos marciales menores no podían verlo, pero estaba usando su energía demoníaca en forma de látigo para golpearse a sí mismo.

Desde temprano en la mañana hasta ahora, Rong Jue se había estado castigando a sí mismo a su manera.

Pero, ¿para qué sirvió este método?

Había sufrido demasiado en su última vida. A pesar de que el azote de energía demoníaca fue doloroso por fuera, no hizo que Rong Jue se sintiera mejor por dentro.

Pudo mantener la cabeza despejada al principio anoche, pero poco a poco perdió la razón en el lecho de nubes. No fue hasta que se sentó por la mañana que vio lo que había hecho.

Todo parecía un sueño.

Cuando sintió el suave brazo de Shizun inconscientemente acostado a su lado en una posición vulnerable, Rong Jue no pudo decir si esto era un sueño o una pesadilla.

Después de descubrir la verdad, después de presenciar todo lo que Shizun había hecho por él...

Hizo un movimiento sobre Shizun.

Otra vez.

Las únicas palabras que permanecieron en la mente de Rong Jue después de que estuvo completamente despierto fueron: No soy digno de ser humano.

Por un momento, el señor demonio incluso quiso suicidarse.

Pero pronto, recordó que Shizun lo necesitaba como antídoto para la píldora Charm. Sin él, Shizun moriría de shock por el dolor.

Rong Jue ni siquiera se atrevió a morir.

Quería expiar sus pecados, pero no sabía qué hacer.

Solo podía arrodillarse allí aturdido, dejando que su energía demoníaca azotara su cuerpo una y otra vez, usando el dolor para aclarar su mente.

- Chillido.

La puerta se abrió.

El anciano supremo estaba allí, envuelto firmemente en muchas capas con solo su rostro blanco como el jade asomando.