Todos saben que soy un buen zorro

Arco 11: Capítulo 154

En los días que siguieron, Song Xiabing demostró con sus acciones lo difícil que puede ser entender a una persona enamorada.

Como le había prometido a Shi Qing, Song Xiabing salió a buscar comida y luego lo donó todo a nombre del hombre.

En realidad, donar no era la palabra adecuada para lo que hizo.

Para ser más precisos, repartió comida como salario para aquellos que no podían salir a luchar contra los zombis por diversas razones para reforzar las murallas de la ciudad.

Por lo tanto, la reputación de Shi Qing en la base superó inmediatamente a la de los jefes de los otros grupos.

Los otros jefes de los grupos: "..."

Los otros jefes de los grupos: Furiosos y quieren golpear a alguien.jpg

Sin embargo, no se atrevieron a hacer un movimiento real.

Podrían vencer a Shi Qing ya que él era solo un nivel siete como ellos.

Pero tiene a Song Xiabing a su lado.

Este tipo era tan ridículamente OP que podía vencer a los usuarios de habilidad de nivel siete como si fueran topos.

Y ahí fue cuando no quiso matar a nadie. Si Song Xiabing quisiera matar a alguien, probablemente estaría muerto en menos de un segundo.

¿Qué se suponía que debían hacer? No podían vencerlo ni superarlo.

Incluso perdieron ante ese bastardo astuto Shi Qing en términos de reputación.

Trueno abrasador era ahora la fuerza más dominante en la base. Y la facción dirigida por Song Xiabing proclamaba constantemente que Shi Qing era el más santo de los santos que jamás haya existido.

Algunos de los jefes de la compañía que habían visto el verdadero rostro de Shi Qing antes: "..."

Efectivamente, algunas cosas permanecieron igual después del apocalipsis.

Si tuvieras dinero (comida), podrías hacer lo que quisieras.

Todo lo que podían hacer era hacerse los muertos.

Por otro lado, Song Xiabing parecía disfrutar expandiendo su autoridad.

Poco a poco se dio cuenta de que, aunque a Shi Qing le gustaba cuando fingía ser débil, había algo que le gustaba aún más. Como el típico hombre heterosexual, Shi Qing disfrutó viendo a Song Xiabing ser sumiso solo con él, fuerte y dominante con todos los demás.

Song Xiabing adquirió cada vez más práctica en el arte de dejar a Shi Qing de buen humor por el día, incluso después de que le tocaran la cola.

En realidad, es un poco desgarrador pensar en eso.

Tuvo que recurrir a tácticas como estas para perseguir a la persona que le gustaba.

Gracias a Dios que la cara de Song Xiabing era lo suficientemente gruesa como para no importarle. De lo contrario...

Le vino a la mente una serie de imágenes que representaban a una belleza enjaulada cuya cola de zorro fue cepillada por él hasta que se hinchó por completo.

Song Xiabing realmente quería hacer eso de verdad.

Sin embargo, no se atrevió.

En pocas palabras, Shi Qing era el tipo de persona que respondía mejor a la zanahoria que al palo. En términos más directos, era un idiota imprudente que no podía soportar ni un poco de dolor.

Song Xiabing tuvo que soportar una gran cantidad de humillaciones internas para no matar a Zhou Xuanxuan en el acto. En cambio, lo mantuvo como rehén para que Shi Qing no se suicidara. (Al menos en su mente)