Todos saben que soy un buen zorro

Arco 10: Capítulo 129

Tan pronto como entró en el palanquín, Shi Qing, quien actuó de manera lamentable frente a sus padres como si arrodillarse lo dejara medio muerto, inmediatamente cobró vida.

Tampoco le importaba estar sentado en el regazo de Jiang Bieyu. De hecho, se puso cómodo antes de levantar la cortina y decirle al sirviente que lo seguía cerca para averiguar cómo estaba Jiang Liye.

El sirviente pronto trajo de vuelta la noticia de que Jiang Liye había escupido sangre.

El pequeño maestro se rió tan fuerte que casi se cae de los brazos de Jiang Bieyu.

Afortunadamente, Jiang Bieyu reaccionó rápidamente y lo levantó antes de que cayera.

Shi Qing estaba demasiado ocupado riendo para darse cuenta de cuánto se movía. Parecía que se pondría en el regazo de Jiang Bieyu si pudiera.

Jiang Bieyu solo pudo abrazar silenciosamente al pequeño maestro para asegurarse de que no se cayera.

"Jajajaja, Jiang Liye en realidad escupió sangre. Parece que su temperamento no es tan bueno. Quién hubiera pensado que se enojaría tanto con esa pequeña provocación mía, jajajaja".

El pequeño maestro se retorció y rodó de alegría, riendo. Tampoco se olvidó de elogiar a Jiang Bieyu por sus esfuerzos.

Se sentó con la espalda recta y se volvió para mirar a Jiang Bieyu.

Cuando Shi Qing vio que el hombre seguía tan estoico y quieto como siempre, sonrió y extendió las manos.

Luego, dos palmas suaves y cálidas se presionaron contra la mejilla fría y dura de Jiang Bieyu.

Shi Qing intentó amasar la cara de Jiang Bieyu como una bola de masa, pero no había suficiente grasa en la cara del hombre para que lo hiciera.

Solo podía tocar el rostro de Jiang Bieyu mientras lo elogiaba, con un poco de condescendencia.

"Lo hiciste bien. Ni siquiera tuve que pedirte que les digas a esos plebeyos que lo denuncien y le den mucha importancia a las cosas".

Jiang Bieyu estaba sentado y Shi Qing estaba casi completamente en su regazo. Por lo tanto, tuvo que mirar a Shi Qing.

Entonces el hombre preguntó con los ojos bajos en su voz ronca y desagradable: "Si pudieras pensar en este plan para darle una lección hoy, ¿por qué no lo usaste antes?"

¿Por qué solo peleaste verbalmente con él anteriormente?

Incluso te arriesgaste a ahogarte.

Si Shi Qing había utilizado su capacidad mental para invertir blanco y negro antes, ¿Cómo pudo Jiang Liye haber actuado tan desenfrenadamente durante tanto tiempo?

La alegría en el rostro del pequeño maestro se hizo menos intensa a medida que su habitual pereza volvía. Cambió a una posición más cómoda en los brazos de Jiang Bieyu, su voz suave aún sonaba inofensiva.

"Él sigue siendo mi cuñado al final del día. Si muere, ¿no dejaría eso a mi hermana viuda?"

Los brazos de Jiang Bieyu que estaban apretados con fuerza alrededor de Shi Qing se tensaron por un momento.

No había pensado en eso antes.

Pero tenía sentido.

Shi Xi se había casado con Jiang Liye. Si Jiang Liye realmente muriera, una gran familia como la familia Jiang definitivamente no estaría de acuerdo con que se volviera a casar o con su propia familia.

Incluso si fuera la primera hija de la familia Shi, solo podría permanecer viuda por el resto de su vida.

"Si ese es el caso, ¿por qué atacó hoy?"