Todos saben que soy un buen zorro

Arco 12: Capítulo 163

Gu Qiushu estaba tratando de forzar la apertura de sus puntos de acupuntura cuando Shi Qing de repente tocó sus mejillas así. Sus ojos se abrieron de golpe mientras miraba a la persona frente a él.

Gracias a Dios, la energía espiritual en su cuerpo estaba siendo suprimida. De lo contrario, Gu Qiushu habría escupido sangre después de enojarse así mientras forzaba a abrir sus puntos de acupuntura. Pero a pesar de que eso no sucedió, su expresión aún no se veía muy bien. De hecho, parecía que quería atravesar a Shi Qing con su espada.

Shi Qing tocó sus mejillas de apariencia dura pero en realidad tiernas con una sonrisa. “¿No te gusta que te toque? Sólo dímelo y te prometo que me detendré."

Pero antes de que Gu Qiushu pudiera responder, lo escuchó agregar: “Pero si no me dejas tocarte, voy a tocar a esos pequeños discípulos de tu secta, ah. El de ahora era simplemente adorable. Sollozó y sollozó cuando lo sacaron a rastras e incluso dijo que preferiría morir. ¿Sabes su nombre?"

La expresión de Xianzhang de túnica blanca se enfrió de inmediato. "¿Qué le hiciste?"

“¿Qué le hice? Nada."

Gu Qiushu ya había perdido la paciencia con este siempre sonriente Maestro de la Secta Huesos de Acero que quería ser visto como amable incluso cuando se comportaba descaradamente.

Había sido un miembro senior de la Secta Derivación Celestial incluso cuando era niño. Su shixiong, el Maestro de Secta, no tuvo tiempo de cuidarlo, y sus jóvenes, los discípulos, estaban demasiado intimidados para acercarse a él.

No importa. Ya estaba acostumbrado a estar solo.

Pero luego apareció este tipo desvergonzado y de cara gruesa e insistió en adherirse a él como pegamento. Gu Qiushu estaba incómodo e irritado, pero no podía actuar tan frío y distante como solía hacerlo.

“Muerte o desmembramiento. Tu elección."

Shi Qing se rió y vino a probar. Levantó una ceja. “Xianzhang, ¿estás enojado? ¿Por qué no puedes creer que no tengo malas intenciones? Si realmente quisiera hacerles algo a todos, podría haberlos matado. ¿Por qué tendría que pasar por todo este problema?"

“Además, posees tal porte inmortal. No puedo soportar matarte. De hecho, quiero que nos conozcamos mejor”.

Shi Qing se aprovechó de la inmovilidad de Gu Qiushu. Como si estuviera jugando con un gatito, sus dedos largos, bien mantenidos y delicados se deslizaron alrededor de las mejillas del hombre.

Las yemas de sus dedos eran tiernas, suaves y tersas. Mientras echaba humo, un pensamiento vino a la mente de Gu Qiushu.

¿Por qué Shi Qing no puede simplemente tocar su propia mano? ¿Por qué atormentarme?

Quería cerrar los ojos y calmarse, pero esa mano tierna y suave se negaba a soltarlo tan fácilmente. Le acarició la cara con descaro una y otra vez. El surco entre las cejas de Gu Qiushu se estaba volviendo más estrecho.

Finalmente, llegó a su punto de ruptura. "¿¡Qué diablos quieres!?"

“Solo quería hablar contigo. ¿Por qué eres tan malo conmigo?"

Shi Qing parecía bastante agraviado. Su mano tocó los labios del hombre repetidamente. Solo cuando los lóbulos de las orejas de Xianzhang de túnica blanca se enrojecieron nuevamente, se detuvo con una expresión complacida. Se acostó junto a Gu Qiushu y miró su perfil lateral etéreo.

“Oye, ¿no puedes prestarme un poco más de atención? Es tan solitario hablar conmigo mismo”.

Gu Qiushu respondió con los ojos cerrados. "Ese es tu problema."