Treinta y dos

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La cama se mueve y giro para acercarme a Ethan pero encuentro vacío al tocar. Abro los ojos y veo su espalda en el borde de la cama. Se levanta y me ve despierta.

—Voy a darme una ducha —murmura y se inclina para besar mi frente—. Descansa un rato más.

—¿Estás bien? —pregunto siguiéndolo con la mirada al dirigirse al baño.

Asiente y entra. Aparto las sábanas entrando al baño para verlo meterse bajo la ducha frotándose la frente y las sienes. Busco en mi cajón del lavabo en el neceser de las pastillas y busco algo para el dolor de cabeza, también veo mis pastillas anticonceptivas y dejo la tableta fuera para tomarte la de hoy porque ayer no la tomé y me estoy descuidando de ellas demasiado.

Antes de que Ethan salga de la ducha voy a por una botella de agua fría y la dejo al lado de las toallas con la pastilla para que las vea.

Empiezo aplicando mi crema hidratante por todo el cuerpo y me cambio de ropa interior y como hoy está nublado me pongo pantalones de cuadros y una camiseta blanca con la chaqueta y por una vez me pongo tenis por si llueve.

Estoy abrochado el cinturón de mi pantalón después de la crema y Ethan aún sigue en la ducha.

Me apoyo en el lavabo observando su escultural cuerpo tallado por dioses bajo el chorro de ducha disfrutando el agua caliente que cae por su precioso rostro oscureciendo su pelo rubio que cae por su frente.

—¿Ethan?

Despierta con mi voz y se pasa las manos por el pelo antes de cerrar el grifo y salir. Se encuentra con la pastilla y el agua junto a las toallas y tras ponerse una en la cintura y pasarse otra por el pelo viene hacia mí.

Me acaricia la mejilla con los dedos metiéndose entre mis piernas y rodea mi cintura con sus grandes brazos apoyando la cabeza en mi pecho. Aún está mojado y doy gracias de no haberme puesto todavía la camiseta. Le paso yo misma la toalla por el pelo porque no deja de gotear y él ronronea con mis caricias.

—Mi amor, ¿te pasa algo? —le aparto el pelo hacia atrás y él mantiene los ojos cerrados—. Te duele la cabeza, deberías quedarte en casa descansando.

Se aparta de mi pecho.

—No necesito descansar —responde cogiendo la toalla para terminar de secarse yendo al vestidor.

Salgo a la habitación terminando de coger la ropa sobre la cama vestiendome rápido para recoger las cosas y meterlas en mi bolso. Ethan sale del vestidor abotonandose las mangas de la camisa.

Me acerco para colocarle bien la corbata.

—¿Por qué no te quedas mejor en casa?

Ethan me mira con una pequeñita sonrisa y me coge del cuello para darme un tierno beso.

—No necesito descansar —repite—. Eres muy bonita, sabías?

—¿Me haces la pelota para que no te obligue a quedarte?

—Te hago la pelota para llevarte a la cama cuando me apetezca —bromea y vuelve a besarme.

—Que idiota eres —bufo cogiendo mi bolso de la cama y saliendo con el detrás.

En el camino en coche me puse a jugar con el Among us al que le habían actualizado un nuevo mapa, y Hannah y yo nos habíamos enganchado mucho por las noches.

Ethan se va a su despacho directamente sin decir ni buenos días y sin darme mi beso cosa que me mosquea. Me siento en mi mesa a trabajar y paso unas horas terminando todo lo necesario y bajo a la planta de abajo para organizar a mi equipo con el que trabajo de maravilla, a pesar de las miradas contestes y cuchucheos sobre Ethan y yo.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora