Cinco

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Un gemido sale de mis labios nada mas empiezo a ser consciente de la realidad. El sueño en el que tan bien dormida estaba fue interrumpido por un ser adicto al sexo, incapaz de mantener las manos alejadas de mi persona. ¿Pero que importa? Me encanta que sea así de pasional y el para mi también es igual de adictivo.

—No sabes cuanto te he echado de menos —jadea en mi oído—. Estas semanas sin ti fueron un infierno.

Sus dedos siguen estimulando mi punto mas sensible con sus dedos. Su trabajado abdomen pegado a mi espaldas, duro y caliente y aun encima sin camiseta porque lo siento muy pegado gracias a lo fina que es esta camiseta.

—¿Disfrutas más conmigo o con las otras? —me burlo mirando por encima de mi hombro a Don idiota petulante.

Su respuesta es en forma de tortura al deslizar un dedo entre mis labios vaginales llenándome con sus largos dedos que se movieron de una forma placentera y muy deliciosa.

—¿Otras? —dice con burla, me tengo que morder el labio para no gritar del placer—. Para mi no hay otras, solo tú.

—Ethan...—gimo retorciéndome bajo sus brazos y sus dedos que no me dan tregua ni descanso y se mueven dentro de mi con una destreza y rapidez que me vuelven loca—. ¡Ah, no pares!

—Enserio ha sido un infierno, no vuelvas a dejarme —se queja como un niño pequeño haciendo pucheros—. He tenido que satisfacerme yo solo y no es lo mismo.

Su pulgar hace círculos en mi punto rosado que no deja de palpitar y que hace que el orgasmo crezca mas y mas deseando liberarse y arrasar conmigo.

—Prométeme que no volverás a dejarme —mordisquea mi cuello y lame detrás de mi oreja excitandome mas si eso es posible—. Prometelo nena.

—¡Si! Dios! —gimoteo cuando reduce la velocidad de sus movimientos y le doy lo que quiere—. Lo prometo, lo prometo, no volveré a dejarte.

Sus dedos me destrozan en nada siento como toco el orgasmo de golpe y la descarga de placer llega a todas las células de mi cuerpo y me deja en un estado semi inconsciente, como un helado derretido sobre la cama incapaz de mover un musculo ni pensar con coherencia.

Me martillea el corazón a la velocidad de la luz y apenas me llega oxigeno a los pulmones y tengo la boca seca y los labios doloridos de tanto mordérmelos.

Lo oigo respirar en mi nuca antes de sacar sus dedos de mi y dejarse caer a mi lado boca arriba. 

Me giro quedando de cara hacia el y miro su hermoso rostro de adonis con el pelo rubio de recién levantado, su piel aterciopelada cubierta de sudor, sus labios igual de húmedos, su torso desnudo contraído con las venas marcándose y una dura y gran erección señalando hacia arriba bajo los pantalones de pijama.

—Me toca a mi —murmuro sensual queriendo alcanzar su miembro bajo la ropa pero el me frena.

—Espera —su mirada colorida sigue clavada en el techo mientras trata de respirar con normalidad—. Necesito preguntarte algo.

Trago saliva. La seriedad de sus palabras me pone nerviosa, y que haya rechazado que le toque aun mas miedo me genera, el jamás rechaza el sexo por hablar por eso debe ser muy importante lo que quiere decirme.

—¿Que pasa? —pregunto temblorosa.

Sus ojos que aun chispean de deseo ardiente con las pupilas dilatadas y el azul oscuro predominando en el aro de sus ojos.

—Esperé al momento de preguntarlo pero no lo aguanto mas, necesito saber —dice con total desesperación agarrando mis mejillas con sus manos—. Necesito que confíes en mi, quiero que me cuentes que pasó.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora