Catorce

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BIENVENIDXS A LA SEMANA LLAMAS : Día 5/7

***

—¿Estas cómoda, cariño? —me pregunta Karen acomodando por tercera vez más cojines detrás de mi espalda, después de haber dejado una bandeja con sopa caliente sobre la mesita de noche.

Llevaba toda la mañana pendiente de mi todo el rato, entrando y saliendo de la habitación asegurándose de que estaba bien y que tenía cuanto quería y necesitara. Y aunque le pedí cientos de veces que me preparara una lasaña no me hizo ni caso y terminó preparando la sopa, y Ethan no dijo ni una palabra para ayudarme, por mucho que insistiera en que mi estómago estaba bien llegó con la sopa a la habitación y el imbécil de mi novio se río de mi cara en lugar de decir algo útil. 

Ya estaba empezando la mañana torcida y eso que no me había levantado ni para mear porque los dos me tenían secuestrada bajo varias mantas y cojines para asegurarse de que estaba cómoda. 

Solo tragué un poco de humo, no estoy paralítica y ellos no parecen entenderlo.

Lo único bueno es que tener al jefe como novio es muy útil para librarme de hacer muchas cosas, como no ir al trabajo hoy. Aunque me molesta que él si se haya levantando.

—Tengo reuniones hoy, nena, no puedo faltar —me dijo cuando salió de cama dejando un gran lado vacío llevándose también el calorcito que desprende.

Nunca acepta faltar al trabajo ni sabiendo que estoy mal y que quiero que se quede conmigo en la cama. Para eso si usé la baza de estar enferma pero no coló. 

Me pone de los nervios que sea tan adicto al trabajo. Aun así siempre es el primero que viene a mi despacho o me hace ir al suyo con la excusa de hablar de algo importante para al final terminar desnudos sobre la mesa, en el sofá o incluso contra la pared. 

Lo veo cruzar la habitación para ir de la ducha al vestidor, se abrocha la corbata y se peina con los dedos mientras yo sigo en la cama mirándole con los brazos cruzados, cabreada porque no se quiera quedar aquí conmigo.

Se acerca a mi lado y se inclina para intentar darme un beso pero aparto la cara demostrando que estoy muy cabreada con él. 

Suspira y se sienta en el borde. Evito mirarle aunque me cuesta. ¿Por qué tiene que ser tan guapo?

—Nena...—intenta coger mi mano pero me mantengo de brazos cruzado—. Bien tu ganas, iré solo ahora a la mañana y vendré a la hora de la comida para quedarme contigo.

—¿Lo prometes? —pregunto con ilusión esta vez si mirándole.

—Lo prometo —asiente—. Pero dame un beso.

Cedo dándole el beso y dejo que se marche dejándome sola con Karen rondando por la casa viniendo cada cinco minutos. Me obligo a tragar la sopa mientras veo reposiciones de Friends en la nueva televisión enorme que compró ayer Ethan y que ocupa gran parte de la pared justo enfrente de la cama.

Las horas se me pasan eternas mientras veo la tele y no dejo de mirar la hora en el móvil escribiéndome mensajes con Ethan cada cierto tiempo. Suspiro frustrada dejando caer la cabeza hacia atrás en la almohada y entonces siento que vibra la cama.

Sonrío al ver una videollamada entrante de Hannah que contesto al instante y su hermosa cara aparece en mi pantalla rota.

—Hola...—la sonrisa con la que saludó calló de repente y eso me hizo fruncir el ceño—, iba a decir hermosa mejor amiga, pero tienes una cara horrible.

Me miro preocupada en la miniatura de mi cámara y no me veo tan horrible, si esta noche dormí muy bien después de salir del maldito hospital tan tarde.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora