Veintiocho

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Me giro en la cama extendiendo la mano para alcanzar a mi perfecto adonis pero me topo con la nada. Abro los ojos viendo la cama vacía con la sabana revuelta y frunzo el ceño porque no escucho el grifo de la ducha, pero si mis oídos captan ruido en el piso. Salgo de la cama abriendo la puerta de la habitación escuchando la televisión en el salón. 

Cruzo el pasillo hasta allí para encontrar al rubio egocéntrico estirado en el sofá con un brazo flexionado detrás de la cabeza marcando bíceps y como va sin camiseta su hermosa piel clara y sus bien definidos y apetecibles abdominales están a la vista para mis ojos de ninfómana enloquecida que desea saltarle encima si no fuera por lo mosqueada que estoy porque se haya levantado y ni parezca recordar que día es hoy.

—¿Que estás haciendo? —le reclamo.

Esta chupando un vasito de gelatina y hay varios envases vacíos sobre la mesa. ¿Para qué se inventarían las cucharas?

—Viendo una serie —se encoge de hombros sin siquiera mirarme.

Veo como se le pone cara de vicioso cuando aparece la chica sobre el dragón y me mosqueo aun más. Que se haya levantado de la cama para ver Juego de tronos dejándome allí sola me molesta y más que lo haya hecho justo hoy.

—¿Que? —me mira al ver que sigo allí parada con cara de cabreo—. Tú el otro día babeabas con el protagonista de tu serie, pues ahora me toca a mí.

—¿Te has levantado de la cama solo para ver esto?

—Tú hiciste lo mismo el otro día —acusa mirándome con los ojos entrecerrados.

—Al menos yo no pienso en pajearme pensando en el personaje —replico cruzando los brazos.

Una sonrisa traviesa se forma en sus labios y me guiña un ojo antes de mirar de nuevo la televisión.

Gruño pero me ignora. Carraspeo pero vuelve a ignorarme. Aprieto los labios enfadada y me cruzo de brazos metiéndome entre la televisión y él. Me mira molesto y se mueve hacia los lados intentando ver.

—¿No tienes nada que decirme? —pregunto arqueado una ceja.

—Si —responde con una sonrisa—. No eres transparente así que apártate.

Abro la boca indignada y como él sigue a lo suyo me meto en la ducha rabiosa. Me termino de lavar el cabello y cuando estoy pasándome la esponja enjabonado mi cuerpo siento unas manos desde atrás rodear ni cintura y besar mi cuello.

Todavía furiosa me quito el jabón apartando las manos de Ethan de mi cuerpo le estampo la esponja en el pecho y salgo de la ducha dejándolo allí solo. Mientras me envuelvo con la toalla para salir del baño oigo su risa detrás de mi.

Será imbécil.

¿Que le parece tan divertido?

Me pongo la ropa interior y procedo a secarme el pelo al aire para que se formen las ondas naturales cuando lo siento de nuevo pegarse a mi espalda aun húmedo de la ducha y completamente desnudo.

—Me dejaste solo en la ducha —murmura en mi oído.

—Aparta que me estás mojando.

—Nos despertamos bravas, eh?

—Tengo la regla —espeto.

—Mentirosa, te toca la semana que viene.

Lo miro por encima de mi hombro con ojos entrecerrados.

—¿Como lo sabes?

Se encoje de hombros.

—Soy muy listo —se ríe y vuelvo a darle la espalda.

Llama de la pasión ✔️ [Llamas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora