Arabella
Se mete unos de mis senos en la boca, lo succiona, lo muerde, me estremece; con una mano agarra mi otro pezón lo pellizca y lo retuerce. Tengo las bragas demasiado mojadas, pasa su boca al otro pezón y hace el mismo procedimiento. Deja mis senos y va dejando besos húmedos por todo mi cuello, esto me está enloqueciendo, me está matando.
— Follame de una maldita vez joder — le susurro al oído.
— Deseo concedido, mi diosa — me regala una sonrisa ladeada.
Me quita las bragas de un sólo tirón, haciéndola pedazos al instante, en la punta de su polla se ve una pequeña gota de su esencia. Me relamo los labios, su polla es grande y muy gruesa.
《 Interesante 》
— ¿Usas algún método anticonceptivo? — me dice en medio de un gruñido — no traigo condones.
— Sss... si — susurro — uso las inyecciones mensuales.
— Perfetta principessa — mi dice en italiano.
Agarra con una mano su miembro y se masturba un poco, para luego cargarme, sentándome encima del escritorio. Su mano pasa por mis labios vaginales, dejando sus dedos llenos de mis fluidos; se lleva tres dedos a su boca.
— Exquisita, tsyplenok — me sonríe
Sin preámbulo me embiste de un solo empellón llegando su miembro a lo más profundo de mi ser, se queda un rato sin hacer ningún movimiento para que me pueda adaptar a su tamaño, siento como la piel interna de mi núcleo se va estirando de una manera drástica, el grosor de su verga me lastima pero a la vez me excita. Empieza a moverse lentamente haciendo una fricción muy placentera, abarcando toda mi vaigina para él; esta se abre como una flor .
Jadeo sin parar, él empieza acelerar los movimientos haciendo que en el consultorio solamente se escuche nuestros cuerpos chocar y nuestras respiraciones agitadas. Akem mira detrás de mí, agarra unas carpetas que se encuentran ahí y las tira al suelo; me recuesta en el escritorio, coge mis dos piernas y se las coloca encima de los hombros. Su mirada se encuentra con la mía provocando que una corriente recorra toda mi espina dorsal.
Comienza a follarme salvajemente; por lo que empiezo a gemir como una posesa, él gruñe cerca de mi oído haciendo que se me erice la piel. Embiste con fuerza una, dos, tres, cuatro.... pierdo la cuenta. Coge mi labio superior entre sus dientes haciéndolo sangrar.
— El sabor de tú sangre me fascina — quedo algo confundida por eso, pero empieza acelerar más y me olvido de lo que estoy pensando.
Él gruñe, gime y jadea sin control, yo tampoco quedo atrás.
— Estás tan estrecha, que siento como tú interior aprieta mi polla, ordeñando cada centímetro de ella. — jadea
Sale de mi interior dejándome incompleta, le lanzo dagas con mis ojos por lo cabreada que estoy. Me voltea dejándome en cuatro sobre el escritorio y se vuelve a meter de una sola embestida.
— ¡Oh por Dios! — gimo — Aaa... ¡Akem! — grito su nombre.
Me parece que eso le excita, porque empieza a penetrarme sin contemplaciones. Me da una nalgada que resuena en todo el lugar, el picor me cosquillea y gimo.
— Más — le susurro — quiero más, por favor.
— Eres insaciable — se ríe seductor
Me da cinco nalgadas seguidas, aprecio el picor pero es ameno.
— Me encanta este culo rojo por mis nalgadas, me excita saber que soy yo quien te lo deja colorado, el que te hace gemir como una perra en celo...., el que hace que te retuerzas en una burbuja de placer, el que te lleva a las estrellas cada vez que entro en ti — dice en medio de gruñidos. — Estos ricos, grandes y redondas tetas me están haciendo perder la cabeza. Tu me estas llevando a la locura, Arabella Duarte.
No se si son sus palabras, pero percibo que mis piernas empiezan a temblar y mi vagina estrecharse, gesto que nota porque comienza a follarme con más fuerza, jadeo de puro placer.
— Más fuerte.... no pares — digo en un grito.
Mi mente empieza a quedar en blanco y las piernas tiemblan con descontrol, una de mi mano va hacia mi clítoris, empiezo a acariciarlo, proporcionandome más placer.
— Correte doctora — gruñe — correte con mi polla adentro, quiero que la doctora más respetada del hospital deje su pudor aquí, con mi verga llenando tu interior.
Y como que sus palabras fueran órdenes, me corro de una manera desbordante, nunca en mi vida había tenido un orgasmo como este. Siento su esencia tibia en mi interior; Akem besa mi espalda sudorosa y se recuesta con cuidado encima de mí. Su calor corporal se mezcla con el mio; tenia años que no disfrutaba el contacto directo con el miembro de un hombre ya que a pesar que uso un método anticonceptivo, me cuido de cualquier enfermedad. Pero con Akem no me importo, no me preocupo de ese riesgo, y si soy sincera no me arrepiento.
— Eso fue...
— Intenso — lo interrumpo — ya cumplí con unas de mis fantasías sexuales, follar en mi escritorio y consultorio.
— Me siento contento de saber que fui el primero en cumplirla — sale de mi interior. — No voy a negar que me gustó este encuentro.
— Nunca me imaginé algo así — me sincero — esto superó lo que tenía en mente.
Me volteo con cuidado ya que tengo las piernas sensibles, lo veo colocarse la ropa sin dejar de mirarme con esos ojos grises tan intensos.
— Me alegro de superar tus expectativas — me guiña un ojo — deberíamos tener otro momento como este ¿no te parece?.
Lo pienso por un instante, pues yo no tengo ninguna pareja formal; sólo follo con el que me apetezca y ya.
— Me parece perfecto — me coloco el sujetador — pero habrá algunas reglas, porque yo no ando buscando una relación, sólo quiero divertirme y pasar el rato.
— Más de acuerdo contigo no puedo estar — me sonríe con esa dentadura tan perfecta — ahorita tengo unas reuniones a la que debo asistir, ¿Te parece si nos vemos está noche?
— Tengo planes para esta noche, pero mañana es mí día libre.
— Maravilloso mi diosa, te pasaré buscando por tu casa.
— Ni siquiera sabes donde vivo — me coloco la camisa.
— No es necesario que me digas, paso por ti a las 8 de la noche; por favor puntualidad no me gusta esperar.
— Esta bien — lo miro — pero si tardo te aguantas, no soy de la que acato órdenes de cualquiera — me le burlo en la cara.
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Traducción:
Perfetta principessa: Perfecto princesa.
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CENIZAS +18 [1] ✓ [Borrador]
DiversosCenizas: primer libro de la trilogía "Entre el Fuego y el Infierno". Arabella Duarte es una mujer muy bella, lista, creída, prepotente, sensual, vengativa y ambiciosa. Es una mujer deseada al tan sólo verla caminar por la seguridad que irradia. Per...