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Narrador omnisciente

Jennie estuvo viendo películas con Ella hasta que ésta se quedó dormida (lo cual sucedió muy tarde, para desgracia de Jennie, quien deseaba con urgencia hablar con la chica de la ventana). Luego de llevar a Ella a su cama, Jennie volvió a su habitación, esperando que la misteriosa chica que vivía frente a su casa estuviese aún despierta.

Para su mala suerte, la chica de la ventana ya estaba dormida.

Jennie gruñó. Estaba frustrada. Quería conocer su nombre, pero cada vez que lo intentaba alguien las interrumpía.

Primero la madre de la chica de la ventana, luego Ella… “¿Ahora qué? ¿Un cerdo volador en tanga?”

Entonces sonrió al ver que había un papel pegado torpemente en aquella ventana de enfrente. La ventana
donde aquella chica apoyaba su mano derecha y la miraba con esos ojos que Jennie nunca lograba ver más de un
par de milisegundos.

“Buenas noches, chica de la ventana”

Jennie jamás había sonreído como lo hizo aquella vez.

°°°

Pero como siempre, las cosas buenas en la vida de Jennie venían acompañadas de algo mucho peor. Se levantó temprano y se alistó para ir a la escuela. Intentó hablar con la chica de la ventana antes de irse, pero aún estaba durmiendo lo cual era raro pues al despertar, Jennie habría jurado que la chica de la ventana ya no estaba en su cama. Además, habían quitado el papel de su ventana. Frustrada por no poder hablar con la misteriosa chica de ojos escurridizos, Jennie tomó una hoja y escribió en ella.

“Buen día, chica de la ventana” - la coloco sobre el vidrio y se fue.

Al llegar, Rosé y Jisoo la recibieron como siempre.

- ¿Cómo estás, Jen? - preguntó Rosé mientras sacaba algunos libros de su casillero.

- Bastante bien, en realidad - contestó sonriendo. Jennie no podía recordar lo sucedido con Kai y Kyung-soo el día anterior. Lo único que ocupaba su mente era la chica de la ventana.

- Jen, estás… extraña. Jamás te había visto sonreír tanto. ¡Ni siquiera cuando Rosé te regaló un bote de helado de leche tamaño extra grande por tu cumpleaños!

- ¡ESTOY FELIZ, CHICKEN! ¡ESTOY FELIZ!

- ¡Fiesta en casa de Jen! - dijo no muy alto, burlándose de la felicidad de su amiga.

- ¡Yo llevo la bebida!

- ¡KIM JISOO!

- Bueno, entonces llevo al stripper - respondió entornando los ojos.

- ¡KIM JISOO!

- ¡Oh! Había olvidado que a ti no te gustan los chicos... uh... tenemos que solucionar esto, Jen - dijo mientras colocaba su mano en su barbilla.

- Yo era stripper en vidas pasadas, Jen - sonrió tentadoramente a Jennie, y luego la abrazó y le besó la mejilla - Tú dime lo que quieras y yo lo haré, bebé - y
seductoramente le guiño el ojo.

Jennie se sonrojó de inmediato y se cubrió la cara con ambas manos, riendo. Rosé siempre hacía bromas como aquella, y Jennie siempre se sonrojaba. Sonrojarse formaba parte de la vida diaria de Jennie Kim.

- Ustedes son insoportables.

- Yo soy insoportable… Rosé es una caliente stripper frustrada que va a bailar sobre una mesa esta noche en tu casa.

- ¿Saben qué? Púdranse - dijo mientras les mostraba su dedo medio y luego se iba a su primera clase del día.

La mañana pasó rápido. Kyung-soo y Jong-in parecían haber sido tragados por la tierra, lo cual hacía que Jennie se sintiera mejor que nunca. Sus clases transcurrieron normales. Durante el almuerzo, las chicas se sentaron en la mesa más alejada de la cafetería y comenzaron a hablar como lo hacían todos los días.

La Chica De La Ventana | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora