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Pasó un mes. Un largo y hermoso mes. Lisa recibía la visita de la chica de la ventana todos los días. Verla se había convertido en parte de su rutina. Curarle las heridas también. Lisa le había aconsejado hablar con sus padres, con el director o con la policía.

- No tiene sentido, ellos seguirán haciéndolo - decía, Lisa prefería quedarse callada mientras, dulcemente, la ayudaba a desinfectar y cubrir sus heridas.

Jennie había intentado devolverle su ropa colorida y su chaqueta negra durante mucho tiempo, pero Lisa le pidió que las conservara, pues ella les daría un mejor uso. Al principio se negó, pero finalmente fue cediendo e incluso terminó usando más ropa de Lisa, como una camisa de "Blackpink" y unos shorts blancos. Definitivamente se habían convertido en las mejores amigas.

Nada parecía poder arruinar lo que estaban viviendo. Excepto una cosa. Lisa despertó tarde aquel día. Pensó de inmediato que podía ser a causa de las medicinas. Corrió hacía la ventana, esperando verla. Pero ella ya se había ido a la escuela.

"Estúpida escuela" - pensó.

Sonrío al ver en la ventana un papel que decía: "Buenos días, chica de la ventana. Espero verte más tarde".

Desgraciadamente, no la vio. Una hora después, cuando Lisa desayunó y estaba en su cuarto intentando resolver un crucigrama, no lográndolo gracias a que sus pensamientos siempre eran desviados hacía Jennie, recibió una llamada de Irene que no dudo en responder. Necesitaba alejar su mente de Jennie si quería seguir con su rutina

- ¡Manoban!

- ¡Bae!

- Lalisa, acabo de hablar con tu cardiólogo. Me dijo que tu corazón no parece estar respondiendo al tratamiento. ¿Cuándo planeabas decírmelo?

- No planeaba decírtelo - susurró, dejando escapar una lágrima por sus ojos.

Decirlo era como admitir que estaba mal. Y estar mal era estar enferma. Lalisa Manoban siempre estaba enferma. Y estaba cansada de esto.

- Lisa, yo... - Lisa no pudo identificar el hecho de que Irene estaba enojada hasta que finalmente explotó - ¡Soy tu amiga, Lisa! ¿¡En serio no planeabas contármelo!? ¿¡Querías que lo supiera cuándo fueses de nuevo al hospital!?

- Irene...

- ¡Soy tu amiga, por todos los cielos! ¡Tu mejor amiga, Manoban! ¡Decirme cosas como estas es importante, Lisa! - Lisa se sintió culpable. Ella tenía razón.

- Irene, yo no...

- Yo solo... Y-yo te quiero, Lisa. N-no soportaría perderte - dijo entre suspiros.

- ¡Irene, estoy bien! - exclamó exasperada. No estaba enferma. No lo estaba.

"Sí lo estás, idiota"

- ¡No estás bien, Lisa! iTu corazón puede fallar en cualquier momento! Tus exámenes dicen que...

- ¡A la mierda los exámenes. Yo me siento bien, Irene! ¡No soy una puta enferma. Dejen de tratarme como a una bebé!

- Lisa...

- No estoy enferma - sollozó, cayendo al suelo y cubriendo su cabeza mientras lágrimas escapaban por sus ojos - No lo estoy.

- ¿Lisa, que sucede? - conocía a Lisa. Conocía cada mínima faceta de su voz. Sabía lo que estaba por venir.

- Yo solo quiero ser normal, Irene. Quiero buenos riñones, un corazón que no funcione como la mierda y-yo solo... No quiero estar enferma de nuevo, Irene - susurró, sin intentar limpiar sus lágrimas.

La Chica De La Ventana | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora