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Lisa inició los preparativos para la diálisis mientras Jennie esperaba fuera, Irene aún no había conseguido su permiso, así que debió hacer todo aquello sola lo cual era lo mejor, pues los preparativos eran aburridos: debía pesarse, tomar su presión arterial, su temperatura, limpiar la zona, aplicar la anestesia tópica y la heparina, un anticoagulante. Jennie obtuvo el permiso de entrar justo antes de que la enfermera le colocara las vías en el brazo.

- Lili - susurró, apareciendo a su lado. Lisa estaba recostada en su silla, mirando su celular, así que se sorprendió al verla.

- Parece que Irene hizo su trabajo.

- Es muy amable, Lisa. Ahora entiendo por qué es tu mejor amiga. Dijo que estaría acá dentro de una hora. Su novio tenía una cita médica o algo así - Lisa asintió. Probablemente estaba con el neurólogo. Lágrimas amenazaron con salir de sus ojos cuando recordó el tumor cerebral de su amigo.

- ¿Qué sucede, Lili?

- Recuerdos, solo eso - respondió mientras limpiaba sus lágrimas, no queriendo preocupar a su amiga por cosas innecesarias - ¿Quieres sentarte?

- ¿Puedo? - Lisa sonrió y se hizo a un lado, dejando el espacio suficiente para que pudiese sentarse a su lado.  Jennie sentó de inmediato a su lado - Bien. ¿Ahora qué?

- Ahora esperamos a que la enferma coloque las vías en mi brazo y me conecte a la máquina para q-

- No me refiero a eso, Lisa. Ignora la máquina unos instantes. ¿Qué vamos a hacer tú y yo mientras estamos acá? - Lisa sonrió. Le encantaba la forma en la que la hacía sentir un poquito no tan enferma.

- Podríamos hablar a cerca del idiota que intento golpearte - susurró con odio y la cabeza gacha, jugando con sus propios dedos, los cuales había comenzado a chasquear inconscientemente.

- O podríamos hacernos preguntas mutuamente - sugirió sonriendo, Lisa la miró a los ojos unos segundos y luego asintió apartando la vista.

- Eso me parece bien.

Luego de esto llegó la enfermera.

- Buenos días, Lisa. ¿Estás preparada?

Solamente asintió sin dignarse a mirarla. Conocía a aquella enfermera, Hye, desde que había comenzado su diálisis y no había logrado dirigirle más de dos o tres palabras en un día.

"Es todo culpa del Asperger", pensaba. "Eres una idiota, Manoban"

- Veo que tienes nueva compañera. ¿Tu novia? - Lisa sonrió ante esta idea, pues le gustaba. Pero no, Jennie no necesitaba estar con una enferma como ella. Había mejores.

- Solo una amiga - por el rabillo del ojo la vio sonreír y luego tenderle una mano a la enfermera.

- Vendré en unos minutos a colocarte las vías - Lisa volvió a asentir. Cuando se fue, Jennie habló.

- Parecen conocerte desde hace mucho, Lili.

- Vengo acá desde que tengo dieciséis, tengo dieciocho ahora, así que...

- Entiendo - susurró con una sonrisa, colocando una mano sobre las suyas - ¿Todos están acá por la diálisis? - preguntó mientras miraba a la gente que los rodeaba, todos recostados en sillas como las de Lisa. La chica de ojos miel solamente asintió. Todos estaban allí por la misma mierda.

Lisa suspiró y miró su brazo izquierdo. Miró la extraña forma que le daba su fistula y frunció el entrecejo. Daría todo por unos buenos riñones.

- ¿Te duele?

- ¿Perdón? - estaba confundida

- ¿Te duele cuando te colocan las vías? - Lisa medito un poco su respuesta.

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⏰ Última actualización: Mar 21, 2023 ⏰

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La Chica De La Ventana | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora