Prólogo

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-¡A entrenar!- Se escuchó un gritó por todo el lugar.

Los miembros del equipo de voley de la secundaria Aoba se encontraban entrenando en el gimnasio de la dichosa escuela, y uno de esos miembros era el famoso Tooru Oikawa quien se llevaba todas las miradas de las chicas que los iban a ver, y ni hablar de las porristas que no paraban de lanzarle comentarios respecto a lo perfecto que era, y a su lado, estaba su mejor amigo, Hajime Iwaizumi quien literalmente estaba aguantando las ganas de disparar balones a diestra y siniestra hacia todos los presentes.

-Iwa-Chan, cambia esa cara de amargado, ¿Acaso no te das cuenta de que estás asustando a mis fans?- Oikawa miro un poco molesto a su amigo quien tenía un aura de completa oscuridad a su alrededor.

-¿Tengo cara de que eso me importa?- Pregunto Iwaizumi molesto -¿Porque cada vez que practicamos tu grupo de locas tiene que estar aquí también? Es muy molesto oírlas gritar y lanzarte cosas-.

-Creo que alguien está celoso- Se burló el castaño recibiendo un pelotazo por parte de Iwaizumi en toda la cara -¡Mí hermoso y perfecto rostro!-.

Al momento de hacer eso, todas las fans de Oikawa abuchearon al amigo de este último y le comenzando a lanzar cosas desde el segundo piso del gimnasio, Iwaizumi molesto se marchó dejando a su amigo solo quien fue atendido por todas las chicas.

Hajime iba caminando mientras que maldecía en voz baja a todas esas ruidosas chicas que no paraban de molestar en las prácticas, ¿Tanto les costaba desaparecer por una hora? Ya era bastante frustrante para Iwaizumi aguantarlas durante toda la tarde, y ahora también debía de hacerlo en las prácticas, el único momento que hasta ahora, el veía como su descanso de tanto ruido. Su caminata lo condujo a la biblioteca, un lugar sin ruido, sin gritos, y principalmente sin Oikawa y su grupo de fans que lo molestarían, el castaño solo camino hasta una mesa y tomo un libro cualquiera y se quedó leyendo para tratar de olvidar el momento que pasó hace no mucho.

-Espero que esto me distraiga un poco- Pensaba Hajime mientras que leía, aunque no muy lejos de el, pudo oír el quejido de una chica, el solo lo ignoro, pero al oírlo en repetidas ocasiones hizo que su curiosidad se haga más fuerte.

Iwaizumi se levantó de su asiento y pudo ver cómo una chica rubia de coletas bastante bajita trataba de llegar a un libro que se hallaba bastante alto, eso causo gracia en el, pues la chica no se daba por vencida a pesar de su baja estatura. Sin pensarlo dos veces, Iwaizumi camino hacia la chica y tomo el libro que esta trataba de conseguir.

-Aquí tienes- Dijo el moreno extendiendo el libro a la joven rubia, está al verlo abrió sus ojos como platos dejando ver bien sus hermosos ojos azules, la chica tenía el rostro rojo de la vergüenza que sentía, y por mera curiosidad, Hajime bajo la mirada al libro.

-¡N-No lo leas!- Pidió la chica, pero ya era tarde.

-¿Cómo conquistar hombres?- Leyó Hajime sin creerlo, el miro a la tierna chica y grande fue su sorpresa, puesto que no parecía ser el tipo de persona que leería ese tipo de libros.

Un momento incómodo para ambos, nadie lo podría negar, Hajime se sintió mal al descubrir a la chica, y está última se sintió peor al ser descubierta por Iwaizumi, el mejor amigo del que en ese momento, era su crush.

-Fin del prólogo-

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