"El mundo está harto de mí y yo estoy harto de él."
Charles d'Orleáns.. . .
Dos días después, la profesora nos encargo un trabajo grupal. Yo hasta ese momento no sabía que Holden Scott pertenecía a mi curso. Los compañeros comenzaron a agruparse entre ellos conversando por lo bajo y reuniéndose en sus respectivas casas luego de la escuela. Algunos ya habían sacado sus móviles para avisar a sus padre y otros hablaban con entusiasmos de los proyectos, pero nadie se percato de que me había quedado sin compañero.
No podía culparlos, era el nuevo unas semanas atrás y la idea de invitarme a sus casas tampoco era atractiva para mí, pero me avergonzó un poco verme sentado junto a la ventana, solo.
—Muy bien—sonrió la profesora, ella al parecer siempre estaba feliz—, ¿Todos tienen compañeros?
El sí de todos reverbero en el aula como un tipo de bramido de guerra y miré mis manos sobre la mesa. No quería ser solo yo ni tampoco quería que me colocaran en un grupo como una tercera rueda, pero al parecer no había nadie más solo.
—Yo no—dijo alguien al fondo del salón y todos nos volteamos hacia la única persona que no tenía un asiento a su lado.
El silenció apago el entusiasmo de todos los alumnos y la profesora carraspeo riendo, incomoda antes de levantar la hoja en su mesa.
—Holden, lo siento no te había visto. Veamos donde puedo ponerte...
Casi podía ir a todos rezar por dentro para que no sean los elegidos mientras se miraban unos a otros con temor.
Me volteé hacia la profesora y alce la mano.
—Yo tampoco tengo compañero.
Su asombró al encontrarme sentado a pocos metros de ella fue idéntico al que tuvo con Holder solo que esta vez vacilo mirándonos de hito en hito. Mis compañeros comenzaban a murmurar por lo bajo y algunas chicas eran menos discretas y me invitaban a unirme a sus grupos con voz un poco alta, pero no fue eso lo que me hizo voltearme sino la insistente mirada de la profesora para que acepte irme con ellas.
—¿Holder, no?—Pregunté mirándolo como si no lo conociera. Clavo sus inexpresivos ojos oscuros en mí y asintió—. ¿Quieres hacer el proyecto conmigo?
Alzó una ceja estudiándome durante un silenció tan prologado que comenzó a incomodarme y luego asintió.
Tomé mis cosas con paciencia, todos en el aula seguían cada uno de mis movimientos como si estuviera partiendo a la guerra y no cruzando el salón. La profesora me miraba con un gesto extraño, vacilante y algo avergonzado, pero no dijo nada cuando me levanté sosteniendo la mochila en mi espalda, tomé la silla y la arrastre hasta el lugar junto a Holder.
—¿Puedo sentarme aquí?
Apartó la mirada hacia la ventana y volvió a asentir con un gesto de desdén que decidí no tomarme personal. Coloqué la silla junto a la suya, la mochila en el suelo y me senté a escribir en mi cuaderno ignorando las miradas pálidas.
. . .
—¿Harás un proyecto con Holder Scott?—Abbi parecía enterarse de todos los rumores a la velocidad de la luz porque acababa de salir del salón cuando me intercepto como una lunática.—¿Estas loco?
—Hola también—sonreí con desgana y seguí caminando hacia el comedor fingiendo que las miradas que los demás me lanzaban no eran de lastimas.
—¿Sabes que dicen de él?
Fingí pensarlo.
—Oí un par de cosas, sí.
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No te acerques a Holden Scott
Mystery / ThrillerHolden Scott asesinó a su padres... Holden Scott golpea a sus cuidadores... Holden Scott despertó bañado en sangre... Holden Scott mató a su mejor y único amigo... Holden Scott es peor que el diablo... Cuando Joshua Madison llega a Greywood con su m...