Up no more [Kokonui]

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Me usaste como coartada
Hice promesas mientras te pasabas de la raya
Y te defendí ante todos mis amigos
Y ahora, cada vez que suena una sirena
Me pregunto si estás cerca
Porque sabes que lo haría todo de nuevo

Seishu Inui

Me encontraba esperando que el semáforo diera en verde para poder seguir mi recorrido hasta la casa de Emiko, la mayoría del tiempo siempre pensaba en el pasado y todo aquello que perdí siendo un niño, si Shinichiro se hubiese ido también mi camino aún más peor y aunque no cruzaba muchas palabras con el, tan solo con su presencia hacia olvidarme de todos mis problemas.

Estaba en un mejor camino.

Shinichiro había expandido su tiendas en todo Tokyo, Draken y yo trabajábamos juntos en unas de sus tiendas y si todo salía bien nos ascenderían de puesto para tener un mejor salario, aunque normalmente me quedaba a dormir en casa de mis amigos y Emiko, quería un lugar pequeño donde dormir y que fuese mío.

Finalmente el semáforo dio en verde y por fin pude seguir mi camino, unos minutos después llegué al frente del complejo de apartamentos donde vivía Emiko, dejé estacionada mi moto en el parqueadero del lugar, apague mi moto y me bajé de ella. Me quité el casco pero es entonces cuando siento una presencia detrás de mi, un olor muy conocido el cual no había olvidado después de varios años separados.

—Inui que grata sorpresa encontrarte de nuevo—Resuena su voz detrás de mi.

Mi piel se eriza de la sorpresa y trato de comportarme lo más tranquilo posible, esto era una gran sorpresa para mi pero tenía que recordar que era muy tarde para dejar esperando a Emiko.

—Es una sorpresa verte después de años Koko—Le respondo volteandome para verlo mejor.

Ahora frente a frente lucia mucho más mayor de lo que recordaba años atrás cuando éramos unos preadolescentes, su contextura delgada no había cambiado y era de mi misma altura, su pelo negro en un estilo deathhawk, que fluye salvajemente en el lado derecho de su cara, mientras que el lado izquierdo tiene rectángulos afeitados. Tiene ojos negros penetrantes, feroces que me hacían recordar a un gato negro y cejas altas arqueadas que hacen que su rostro parezca eternamente enojado.

Koko es una persona inteligente y sigiloso por lo que encontrarlo cómo una coincidencia era una total mentira, habían pasado varios años desde que ambos decidimos decirnos adiós e ir por caminos separados, solo había escuchado rumores de que era uno de los directores ejecutivos de una banda delincuencial que hacía millones en solo un mes.

Nos quedamos mirando frente a frente unos minutos más hasta que me cansé y decidí ponerle fin a esta rara situación.

—Hajime Kokonoi ¿que es lo que buscas?—Le pregunte jugando con mis llaves en la mano mientras lo veía con una expresión neutral.

—¿Acaso no puedo visitar a mi amigo de la infancia?—Responde el con una sonrisa maliciosa en su rostro—No sabia que eras tan serio Inupi.

No lo sabes porqué nunca te interesaste en conocerme y solo tenías una imagen en tu mente.

—No cuando sabes que ambos compartimos un pasado horrible en común y cuando decidimos ponerle fin a la amistad que nunca tuvimos—Le respondo estratégicamente mientras decidía seguir con mi camino.

La ansiedad de llegar tarde a mi cita hizo que caminara rápido e ignorará la presencia del sujeto.

—Parece que me conoces demasiado bien y no vamos con rodeos—Dice el hablando más fuerte debido a que camine lejos de su presencia—Voy al grano y espero que te quedes quieto.