10

2.5K 309 66
                                        

Yo también pasé por eso, días duros
Ni siquiera puedo saber cuando comencé a sentirme así
Se filtro en mí
Es suficiente, uno, dos, tres
Para que pueda escapar
¿ puedo reírme ahora?

Seishu Inui

A veces sueño con el pasado y con aquel aroma que me traía a mi niñez, olores dulces que se mezclaban con la tierra mojada cuando llovía, suelo verla a ella en mis sueños y a mis padres siendo felices, una melancolía familiar que me hacía sentir inseguro en aquellos sueños.

Cómo si al lugar en el que algún momento pertenecí, ahora no pertenecía a aquella vida.

En esta ocasión Akane sostenía mi pequeña mano mientras corríamos por el bosque, los pétalos de las flores caían sobre nosotros, nuestros padres iban atrás con calma mientras que ella reía pacíficamente, la paz interior que sentí fue tan gratificante que solo quería permanecer el resto de mi vida tomando su mano, de pronto se hizo de noche y cuando menos me lo esperé nos encontrábamos en un acantilado.

Frente a nosotros aunque era un lugar hermoso tenía la sensación de que si saltamos ambos moriremos, ella tomó mi rostro entre sus manos y beso mi frente con ternura, no dijo nada pero sus ojos azules mostraban tanto amor que me dejaban paralizado, se alejó lentamente de mi y camino hasta llegar al acantilado, donde me miró con una sonrisa inocente y se tiró en el.

En ese momento sentí que brincaba en mi cama y me desperté totalmente desorientado, aquel sueño había sido tan realista que me había dejado latiendo el corazón cómo si estuviera en un maratón, miré como traía puesto el mismo uniforme con el que trabajé ayer y me encontraba en una cama desconocida, me sentía extraño hasta que todos los recuerdos de anoche llegaron uno por uno que la irá me invadió, me levanté de la cama enfurecido mientras salía de aquella habitación desconocida.

Hajime Kokonoi era el maldito problema.

No entendía nada de lo que hizo anoche, tampoco entendía cómo llegué a esta habitación desconocida y me las iba a pagar.

No me di cuenta del ruido y de cómo unos desconocidos estaban luchando sobre Koko, poco me importaba y menos cuando mi puño chocó contra su cara, la irá invadia cada parte de mi ser y cada vez lo golpeaba más fuerte.

Mi mente estaba nublada hasta que respondí aquella pregunta del pelirosa.

—¿Es mentira no?, ¿acaso sientes algún olor en mi para saber si soy omega?—Me detuve a mirarlo mientras que los demás me observaban.

—Eres un beta, sin embargo sientes el olor de Hajime a la perfección—Responde el pelirosa de manera certera.

—Me importa un carajo el tema de parejas destinadas, solo quiero saber cómo desperté en este lugar e irme—Digo cansado y con el dolor de cabeza haciéndose cada vez peor.

Todos se quedaron viéndome con una expresión seria mientras que Hajime seguía con la vista en el suelo, me preocupaba haberlo lastimado mucho por mi instinto impulsivo pero la manera en la que se comportó anoche no me daba más opciones.

—Anoche cuando llevábamos a los gemelos, te vi en una situación peligrosa con Hajime, decidí traerte en este lugar mientras esperaba a que ambos resolvieran lo que sucede—Dice el chico alto mirandome impasible.

—Miren no comprendo que hacen todos ustedes acá y te agradezco la ayuda, pero Kokonoi y yo no tenemos nada que redolver—Digo exaltado mientras que un temor me invade—Yo le deje de manera muy en clara que no tengo intenciones de ser su pareja, no soy su omega y que me deje en paz.

Up no more [Kokonui]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora