Lobo Que Camina Solo

Capítulo 30: Colmillos de rabia

Ozpin se sentó en su escritorio mirando las cámaras inferiores a través de su cámara. Observó a Maaya sentada en la cama con las piernas bien cerradas y las manos en el regazo. Sus labios estaban apretados en una fina línea y miró a la cámara con odio. Una risa escapó de sus labios antes de que frunciera un poco el ceño cuando ella agarró un libro que le habían dado y lo tiró a la cámara en la esquina de su celda. Había suficiente energía para derribarlo de su soporte y tirarlo al suelo. Incluso fue tan lejos como para levantarlo y golpearlo contra el suelo un par de veces, luego lo tiró por el inodoro.

Eso sin incluir lo que hizo cuando le ofreció una taza de té, más caliente de lo que se atrevía a admitir. Lo primero que hizo fue salpicarlo en su ojo derecho sin dudarlo. Una simple bofetada en la cara fue todo lo que se necesitó para hacerla caer un poco. El hecho de que fuera civil no significaba que fuera inofensiva.

"Qué mujer tan mezquina." Él suspiró.

"En efecto." Ironwood dijo desde su lado de la llamada.

"Pensar que esta es la mujer que amansó al lobo". Comentó Ozpin.

"Ella es tan salvaje como él. Quizás por eso se llevan tan bien". Ironwood negó con la cabeza. Se sirvió un pequeño trago sobre la pequeña victoria y tomó un sorbo.

"Ella todavía no ha respondido a ninguna de nuestras preguntas". Dijo Ozpin.

"Supongo que, por lo que hemos reunido, ella es la más cercana a él. Dudo que dijera algo. Si me hubieras dejado manejar la situación, entonces ya habría estado hablando". Ironwood hizo un gesto.

"Oh, por favor. La última vez que usamos tu método, nuestra antigua mejor fuente de información se convirtió en un desastre incoherente". Ozpin se burló.

"Entonces, ¿por qué mantenerla viva?" Preguntó el general.

"Disfruto de las pequeñas victorias, la Sra. Fall es una de ellas. Tener uno de los peones de Salem debajo de mi ojo es una victoria". Ozpin dio un sorbo a su taza.

"Su uso está terminado, también podrías deshacerte de ella". Dijo Ironwood.

"¿Como lo hizo con la Sra. Sustrai? No lo creo. Ella podría haber sido un activo clave, pero se deshizo de ella y arrojó su cuerpo en un lugar desconocido". Ozpin negó con la cabeza.

"Ella era basura de alcantarilla con información, nadie la habría echado de menos de todos modos". Ironwood saludó. Ambos compartieron una pequeña risa antes de quedarse en silencio, fue una sensación agradable hasta ahora antes de que Ozpin suspirara cuando las puertas del ascensor se abrieron lentamente. El familiar chasquido de esos tacones llegó a sus oídos junto con un par de otros pares de zapatos. Simplemente cortó la llamada con Ironwood antes de mirar hacia adelante para ver a Glynda, Qrow y Summer mirándolo. Podría haber jurado que el rostro de Glynda estaba rojo de rabia.

"Eres la peor clase de inmundicia, Ozpin". Ella hervía de odio. Todo lo que hizo fue levantar una ceja en interrogación, como si fingiera ignorancia. Solo la hizo más amarga y sus cejas se fruncieron aún más.

"Tenía que hacerse". Él suspiró.

"¡Cortaste un asentamiento del resto del reino y pusiste al resto en nuestra contra!" Ella chasqueó.

"Sé." Él dijo.

"Estás loco. En realidad estás loco. Cortarlos, especialmente a los más pobres, hará que maten a la gente. ¿A quién van a mirar y pedir ayuda?" Ella preguntó.

"Alguien vendrá". Él respondió.

"Se suponía que íbamos a venir, hace mucho tiempo. ¡La gente odia a los Cazadores y Cazadoras ahora más que nunca! ¿Cuál es el punto de que respondamos la llamada si simplemente vamos a ser rechazados por intentar hacer algo?" Dijo en voz alta.