Lobo Que Camina Solo

Capítulo 34: Isla de las Pesadillas: Parte 2

Seis regresó a los muelles y se quedó mirando las muchas rutas de escape posibles para cualquier habitante que asolara la isla. Ninguno de ellos se iba a ir, se aseguraría de eso. Todos sabían lo que estaban haciendo aquí y aún así decidieron quedarse; eso fue razón suficiente para someterlos. Se colocaron explosivos en puntos clave de cada barco y regresó al lugar en el que se fue. No se escuchó una sola palabra ni ruido de él mientras metódicamente se dirigía hacia su próximo objetivo.

Las tuberías llenas de la sustancia tóxica vibraron mientras grandes cantidades las atravesaban y se derramaban en un área desconocida. Siguió la tubería y se encontró con una instalación que derramó la sustancia en el suelo. Más charcos de lodo verde cubrieron el área mientras se dejaba caer y miraba sin comprender cuando los Creeps mutados cavaban su camino desde el suelo. Sacó el rifle binario y disparó contra tres de ellos, desintegrándolos en cenizas sin una sola mirada. El último apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que alzó los puños y los arrojó sobre su cabeza. Se escuchó un crujido repugnante cuando rompió fácilmente su armadura y hundió su cráneo.

Hundió los dedos dentro de la herida y comenzó a partirle la cabeza por la mitad. Requirió poco esfuerzo para que él lo destrozara, lo partiera por la mitad y tirara el cadáver. Un Beowolf se abalanzó sobre él y se arrojó sobre él, pero él lo agarró por la garganta y lo miró sin comprender. Sus pulgares le arrancaron los ojos y aulló de agonía antes de golpear su cabeza contra su rodilla. Una lluvia de sangre estalló y se esparció por todo él y el suelo antes de tirar el cuerpo desaparecido.

¿Se suponía que Grimm era una amenaza? A los mayores los podía entender, pero a los más jóvenes no. En comparación con otras personas y el Pacto, estas supuestas 'amenazas' apenas valían la pena una mirada de pasada. Sin embargo, como todas las plagas, podrían convertirse en un problema si no se mantienen a un nivel manejable. Es por eso que nunca se molestó en unirse a Ozpin o Ironwood. A lo largo de los años, vio lo poco que prestaban atención a la frontera exterior, y a menudo dejaban a los habitantes para que se las arreglaran por sí mismos. Ninguno de los dos valía la pena seguir viendo lo incompetentes que eran. Ozpin esperaba una lealtad ciega de sus seguidores y siempre deseaba estar a cargo; Ironwood estaba dominado por la paranoia y el orgullo, no estaba dispuesto a aceptar que había cosas más grandes que él o su pequeño reino.

Sin embargo, no mataría a Ironwood, eso pintaría a Six como una amenaza nacional más que nunca. No ... rompería al hombre. Sin embargo, a pesar de todo, la gente de Atlas necesitaba un líder, pero Six no iba a ser el indicado. Cuando todo se redujo a eso, su lealtad estaba con el UNSC. Ayudó constantemente a los asentamientos exteriores porque nadie lo estaba haciendo antes y lo necesitaban. Ellos eran menos afortunados que él y él continuaría ayudándolos porque estaban bajo su protección.

Bajo su atenta mirada, estarían algo seguros, siempre vigilantes como él lo estuvo en el pasado. Sus armas invocarían la ira de todos los espartanos en caso de que la humanidad se pusiera en peligro.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la instalación brilló un poco y más lodo tóxico salió de una de las muchas tuberías. La luna iluminó el área y comenzó a caminar hacia donde estaba su marcador objetivo. La tubería crujió bajo su peso y el vapor estalló frente a él, pero no le prestó atención mientras la atravesaba. Hubo una fractura y tomó el lado derecho ya que había un rastro. Siguió el camino de tierra y arrojó un cuchillo arrojadizo a un dron que se acercaba. Chisporroteó un poco antes de caer al suelo y estrellarse contra el suelo.

Su bota lo aplastó y escuchó el crujido electrónico debajo de su peso antes de continuar hacia adelante sin una mirada de pasada. El sendero terminó después de un minuto y se dejó caer en otra pequeña área abierta. Más Grimm aparecieron y se trataron rápidamente antes de que viera una pasarela de metal y saltara sobre ella. Un fuerte ruido metálico hizo eco en toda el área cuando la plataforma debajo de él vibró.