Capitulo 3

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Alaia

El helicóptero sigue descendiendo, ya me vi estrellada en los árboles, de pronto todo ese miedo se va cuando siento un ascenso

-Señor logramos estabilizarnos, pero no por mucho tiempo, lograron darle a una de los rotores* principales que provoco el desequilibrio y también lograron romper un estabilizador horizontal, así que inmediatamente tenemos que aterrizar en alguna pista clandestina, tenemos una aproximadamente a unos 6 kilómetros de distancia, es de las que tenemos como alquiler de avionetas para lavar el dinero, avisare para aterrizar allí y que nos tenga lista una avioneta para dirigirnos al bunker: dice el piloto

-Está bien hazlo, pero de una vez que no quiero morir sin haber matado a Sokolov y a esta perra (dice mirándome)

-Perra tu madre (le digo escupiéndolo en el rostro)

Él se seca la saliva del escupitajo, dándome un manazo en la cara: - A mí me respetas mal nacida, no hagas que te vuele los sesos ahora mismo

Me paso la mano por la mejilla adolorida del golpe de su mano, con una sonrisa de burla: -Con que me vas a disparar idiota si tu arma la tumbaste cuando te dispararon imbécil

-Cállate zorra: me dice golpeándome de nuevo en la otra mejilla

Las lágrimas quieren salir de mis ojos, no sé si es del golpe físico de mis mejillas o internamente por todo lo que está pasando, sin querer ya siento lágrimas en mis mejillas, en mis labios el sabor salado de estas, viene a mi mente mi madre, mi padre, mi hermano, donde está mi hermano me hago la pregunta, donde estoy yo, quien carajos es este tipo, miles de cosas retumban en mi mente

El piloto habla por radio dando órdenes, avisando de nuestra llegada: En minutos aterrizamos, tengan todo listo por favor

Al aterrizar, el hombre me jala del brazo, empujándome dentro de la avioneta ya lista para despegar, no paro de llorar todo me da vueltas, me duele todo, internamente, mi ser, mi fuerza, mi orgullo. Se adentra el hombre a la avioneta junto con otro piloto, ambos llevando armas, el piloto da la vuelta: - Todo en orden listos para despegar, me observa de pies a cabeza antes de colocarse las gafas y los auriculares – Volaremos bajo señor para evitar radares ya sabe

-No soy imbécil ya se eso no tienes que repetírmelo, solo haz tu trabajo, parece que fueras nuevo en esto: le recrimina el tipo

El piloto empieza a maniobrar la nave y elevarse, siento su mirada en mi de vez en cuando en mí, siento miedo, todo me da vueltas, el estómago se me empieza a alborotar, nunca he sido buena para los viajes, de hecho siempre tomaba pastillas para evitar mareos y vómitos, aunque últimamente trataba de evitar tomarlas, empiezo a hacer arcadas, agarro el brazo del hombre que me acompaña que no se su nombre hasta ahorita, él se zafa del agarre, lo vuelvo a agarrar más fuerte, y con arcadas más seguidas, siento que no podre aguantar más, el vuelve a mover su brazo, le doy palmadas fuertes en el brazo ya que estaba dormitando al lado de la ventana :- Que quieres zafándose por tercer vez, mirando de reojo, mis arcadas son peores – Mierda todavía esa mas carjo, una bolsa le pide al piloto, algo esta perra va a vomitar, empieza a buscar algo a al ligera, siento que ya no puedo más, se me está saliendo, voy a vomitar de pronto siento que me agarran del moño y otra mano me pone una bolsa de plástico transparente pequeña en mi boca, voy botando solo líquido amargo, ya que no había comido nada en todo el día y ya estaba anocheciendo, hago un nudo en la bolsa :-Gracias que acto tan generoso antes de matarme (le digo)

-Esta me la debes perra, no iba a permitir que dañaras mi avioneta

Ni verme así deja de insultarme, ciertamente no se quién es este tipo, y por qué me tiene tanto odio

La Hija del General (+21 En Proceso Y Editando...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora