-C A R T A S- 💫Tamaki Amajiki💫

V E I N T I S I E T E

Día viernes.

Estoy nerviosa... Pero no tanto.

Mi hermano y mi mejor amigo vinieron a dejarme y después se fueron. Ellos sabían perfectamente todo, Katsuki decidió no molestarme respecto a esto y Kirishima estaba más emocionado que yo.

Han pasado al menos ocho minutos desde que llegué...

Me senté en el tronco del árbol de cerezo para esperar a Tamaki.

Unos minutos más y vi a los tres grandes a lo lejos.

Mi corazón empezó a latir un poco más rápido. Me puse de pie y dejé mi mochila a mi lado.

Veía a Nejire-senpai algo asombrada.

Mirio venía con una gran, gran sonrisa y yo reí, Mirio venía tapándole los ojos a Tamaki-senpai.

A unos metros lejos de mí, los tres se detuvieron.

—¡Oh, pero si es la chica más linda que he visto! –dijo Nejire-senpai algo fuerte- ¡Hola chica linda! –saludó con su mano-.

La saludé de la misma manera, moví una de mis manos y mis labios diciendo un "hola" pero sin pronunciar dicha palabra.

Mirio me sonrió de lado y después asintió, sentí mi cuerpo tensarse. En ese pequeño lapso de tiempo, Mirio descubrió la vista de Tamaki. Él por su parte, se tocó sus ojos algo rápido para acostumbrarse.

—¡Nosotros los dejamos, adiós! –dijo Mirio y Nejire-senpai se despidió con un movimiento de ambas manos-.

Poco a poco Tamaki se descubrió los ojos y miró a mi dirección. Sonreí torpemente y noté algo de sorpresa en su mirada.

—¿Tú?

—Hola senpai.

—H-hola.

—Disculpa si en algún momento te molesté con las cartas pero fue la única manera para acercarme a ti... Y bueno, esa chica siempre he sido yo.

—¿Pero por q-qué?

—¿Por qué lo hice?

—No, por qué yo...

—Puedo decir muchas cosas –dije sonriendo- Antes de eso, ¿Quieres ir... A la cafetería que mencioné en alguna carta? O si quieres podemos quedarnos aquí.

—B-bueno, no sé.

—Lo siento... Ni siquiera sé si quieres hablar más conmigo.

—N-no –dijo y lo miré- O sea, s-sí, ya sabes... Sí, quiero hablar contigo... S-si te parece p-podemos ir a donde dices.

—Prometo que no te arrepentirás.

Y así fue como aquella tarde de escuela, ambos caminamos directo a mi cafetería favorita, o bueno, caminamos la mitad ya que tomamos un autobús.

Intercambiamos números.

En esa última semana de clases los tres grandes iban a mi salón y después íbamos juntos a almorzar.

Tamaki iba por mí y después me llevaba a casa.

Su graduación llegó y nos despedimos... Lloré por que conocí a personas geniales en pocos días y después ellos se fueron.

Sin embargo, Tamaki me invitó a salir, también como yo lo hacía.

Y así como el tiempo nos ayudó a conocernos mejor y dar el siguiente paso.

Él estuvo a mi lado cuando me gradué de la U.A.

A la fiesta de graduación llegaron quienes antes eran los tres grandes.

En las vacaciones, nuestra relación mejoró y todo era maravilloso. Aquel chico tímido no era para nada parecido al chico con el que estoy ahora. Aunque bueno, hay momentos en los que él no puede hacer mucho, sin embargo, para mi es el mejor de todos.