꧁B R O K E N꧂ ||Aidan Gallagher||

.°🍒▪︎28.°•. ||Parte 1||

—_____—Me llamo.

—Ahora no, Aidan—conteste mirando como yo misma hacia bolita otro algodón. 

—No merezco esto—trato de buscarme la mirada—No merezco que me estés ayudando después de lo que te hice. Debiste dejarme en la calle como el perro que soy-—

—¡Ya basta, Aidan!—lo interrumpí.

Lo mire finalmente, para perderme en sus hermosos ojos verdes.

Ay, que cursi.

—Ahora me doy cuenta que no me equivocaba de lo que pensaba de ti.—tomo mi barbilla viendo mis labios—De verdad eres una jodida ángel.

Te extraño.

Extraño cada cosa de ti.

—Perdóname—pidió Aidan—Perdóname, _____.

Lo tome de la muñeca haciendo que dejara de tomar mi barbilla.

—¿Disculpas? ¿Para que?—trague el nudo de mi garganta—¿Con disculpas se retrocara el tiempo y se borrara el hecho que me engañaste? ¿ Acaso con disculpas se borraran todas las putas noches que llore por ti, Aidan?

No llores, no llores, no llores.

Tragaba el nudo de mi cargante que me daban ganas de vomitar, aguantando esas lagrimas haciéndome la dura.

—Me dijiste y prometiste que no me lastimarías. Y ¿sabes lo que paso, Aidan?— pregunte sin tener respuesta de él—Rompiste mi corazón—sentía mis mejillas mojadas... Y ya estoy llorando—Prometiste ser diferente  y resultaste ser igual o más mierda que Erick.

No aguanto más.

Coloque mis codos en mis rodillas comenzando a llorar como si fuera una niña perdida en el super porque su mamá fue a buscar la verdura que no le gusta.

Gran metáfora.

Me dolía decirle eso, pero me estaba haciendo más daño a mi misma al guardármelo.

—_____—me llamo.—Mi amor—paso sus grandes manos por mi cabello—Mírame.

Levante mi mirada haciéndole caso. Sus ojos hacen acordarme de que lo sigo amando como una idiota.

—Te amo, _____—dijo acunando mi cara en sus manos—Ya se que con disculpas no soluciono nada, pero quiero que sepas que te amo con toda mi alma.

Mientras mas seguía hablando; más lloraba.

—No sabes como me arrepiento de lo que te hice. Me odio tanto, no merecías nada de esto—su pulgar seco un poco de los rastros de lagrimas que dejaron al bajar—No llores por mi. No merezco ni una de tus valiosas lagrimas—dijo, vi como sus ojos verdes con ese brillo comenzó a apagarse, comenzando a ser remplazado por lagrimas—Perdóname—volvió a decir—No puedo seguir un día más sin ti... de verdad no puedo yo, Dios, yo te extraño tanto; a ti y a los niños. Ustedes eran lo único bueno en mi vida... Y los perdí por una estúpida aventura.

—Yo también me odio—le dije—Me odio porque a pesar de lo que me hiciste yo...—suspire.—Yo te sigo amando tanto.

Aidan sonrio—¿De verdad, mi amor?

Asentí levemente.

—Regresa conmigo, _____—soltó—por favor.—acaricio mi mejilla.

Me tense a escuchar lo que pidió—No lo se...—ladee mi cabeza—¿Quién me garantiza que no va a volver a suceder?

—Yo mismo te lo garantizo—dijo seguro el pelinegro.

Rodee los ojos.—Estas borracho.

—¿Y que?—frunció el ceño—Estoy muy consiente de lo que digo.