#7

17 2 12
                                    


Naida.

No recuerdo.

Los rayos del esplendoroso sol que hay en esta mañana, impactan en mi rostro. El ruido que hay en el baño es tan molestoso que logra levantarme.

Celeste sale del baño con el cabello envuelto en  toalla y con el teléfono en su mano derecha. «Así que de ahí vine ese molestoso ruido». 

Me levanto a malas ganas, el dolor de cabeza aumenta con la rapidez en la que me levante. Celeste se percata de que me levante y termina apagando la música. 

—¿Qué hora es? —pregunto despacio tratando de hacer el menor movimiento posible.

—Las once de la mañana —responde sacándose la toalla de la cabeza. 

Su respuesta me hace levantar rápido y termino enredándome con las sabanas y cayendo, doy gracias al cielo de que estoy en la cama de abajo. Me quejo del dolor y me saco las sabanas de mis piernas.

—¿Por qué no me has despertado? —reclamo.

—Porque la bella durmiente no hacia caso a mis llamados —tira la toalla a una de las sillas que hay en la habitación. 

—¿Y tus padres? —cambio el tema.

—Los tragos te hicieron daño o algo así — pregunta con las mano en la cintura.

—Eh.. no entiendo que quieres decir —nerviosa por la mirada de Celeste, trato de arreglar un poco mi cabello peinándomelo con las manos.

—Te conté que iban a pasar el fin de semana en la casa de mis abuelos arreglando unos asuntos —alza una de sus cejas.

«Oh.. no lo había recordado».     

Me levanto del suelo y me paro en frente de ella. 

—¿Qué sucedió anoche? —pregunto tomándola por los hombros.

—No recuerdas que sucedió —su ceño se frunce cuando niego.  

—Tengo la mente hecho un lio y no.. por mas..—me frustro—. No no recuerdo casi nada, podrás decirme que demonios hice.

Celeste niega con la cabeza y luego se sienta en el borde de la cama y yo imito su acción.

—Primero llegamos a la fiesta y...

—Tranquila que eso si recuerdo —la interrumpo.

—Bueno bueno, llegamos y te fuiste con Asher dejándome a solas con Abel —su mirada de reproche cae en mi.

Solo le sonrió de forma amistosa como cachorro que no a hecho nada, Celeste vuelve su mirada al frente y continua: 

—Luego de una hora y media de estar hablando con Abel unas chicas se acercaron a hablar con el y yo me aburrí y comencé a buscarte, fui a la cocina donde se supone que estarías pero no estabas, te busque en el patio, en el jardín y no te encontraba, Abel apareció después y le pregunte sobre mas lugares en la casa y dijo que podrías estar en la terraza.  Subimos y te estaba llamando y te vi con Asher en el suelo...

—Espera —interrumpo nuevamente— ¿En el suelo?—pregunto confundida.

—Si, cuando llegue estaban en el suelo y se iban a besar—Responde con naturalidad.

«Dios no era cierto, escuche mal talvez, ¡Como demonios lo iba a besar!»

Mi primera reacción es ponerme de pie y dar vueltas por la habitación con una frase dando vueltas en mi mente. 

KalopsiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora