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Naida

¿Un accidente?

Lunes por la mañana yeah que emocionante....

Que se note el sarcasmo.

Acabaron las vacaciones de verano y hay que regresar al instituto o como yo le llamo "cárcel para adolescentes" puede que este exagerando pero da igual.

Mi abuela me a despertado hace media hora en contra de mi voluntad, me obligo a bañarme y a alistarme porque según ella "No debes de perder el primer día de clase" que suerte.

Termino de arreglar todo lo necesario y bajo al salón a desayunar.

―Buenos días ―saludo a mi abuela y abuelo.

―Vaya que alguien se a despertado de muy buen humor ―habla mi abuelo en un tono divertido.

Solo le dedico una pequeña, con ellos no me puedo enojar.

―¿Te adelanto al instituto o tomaras el bus?―pregunta mi abuelo dándole un sorbo a su café.

―Tomare el bus con Celeste, ella quiere que vayamos juntas, igual gracias por su ofrecimiento queridísimo Señor Davis ―cito las últimas palabras haciendo una exagerada reverencia hacia mi abuelo.

El niega y sonríe la vez al escuchar mi acento muy refinado.

―De nada señorita Naida, es un placer estar a su disposición―hace una reverencia siguiéndome la corriente y terminamos riendo los dos.

Me encantan estos momentos.

―A comer todos ―llega mi sonriente abuela con un plato lleno de tostadas y las pone en el centro de la mesa

A ella siempre se le da bien hacer las tostadas buenas y especialmente no quemadas como las hacemos mi abuelo y yo, somos un desastre haciendo tostadas, algo que es tan fácil para algunos, pero para nosotros no.

Terminamos de comer y recoger la todo lo de la mesa para ayudar a la abuela a terminar mas rápido. Me despido de ellos con un beso en la mejilla a cada uno, es una costumbre que tengo desde que era pequeña y que nunca se a perdido desde entonces.

Tomo mi mochila y camino pasando por diferentes casas de muchos tamaños y colores, hasta paso cogiendo algunas florecillas que me parecían hermosas hasta llegar a la parada de autobús, todo esta tan tranquilo y el radiante sol no es tan molesto como siempre, y eso lo agradezco.

No es que sea muy agradable caminar con un sol tan fuerte dándote directamente al rostro.

Y de repente pasa el...

El chico que he visto desde su llegada a esta pequeña ciudad, esta pasando en su preciada patineta con sus muy buenos amigos, sus auriculares, pues siempre esta con ellos, su cabello rubio cae por los dos lado de su cara mientras parece tan... tan tranquilo, lo sigo con la mirada hasta que lo pierdo de vista.

―¡Buh!

Salto cuando escucho la voz de mi amiga a un lado de mi oído.

―Hey no te acerques así por así, no ves que casi me mandas para el otro mundo ―le regaño y mas ella parece mas divertida que reprendida.

―Te llame pero parecías muy ocupada viendo a Señor Asher, un poco y mas te babeas ―se burla cuando le lanzo la mejor mirada de enojo y eso parece divertirle―. Porque no te le acercas y ya.

―Ah si, esa idea me parece demasiado increíble y luego le digo "Hola Asher soy Naida, la chica que vive cerca de donde te mudaste hace unos meses y te mira pasar en patineta todos los días cuando va a la parada de autobús y que no sabe mas de ti que tu nombre y a la que nunca le has dedicado ni siquiera una mirada, un gusto" y luego mágicamente nos hacemos amigos de toda la vida.

KalopsiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora