𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.

• 04.•

Las líneas del tren parecían no acabar. No habíamos descansado, aunque tampoco tuvimos tiempo para ello. Rick había dicho algo de que estaba convencido de que el resto de su antiguo grupo estaría en el lugar al que nos dirigimos.

— ¿Quieres agua? — Rick me ofreció una botella que estaba con menos de la mitad y sin dudarlo, tomé unos sorbos para luego devolvérsela, él se tomó lo restante.

— Gracias.— seguimos caminando sin decir ninguna palabra.

— Creo que nos queda agua para un día.

— Eso bastará.— traté de tranquilizarlo.— Estaremos bien.

— Tenemos suerte de que el día haya refrescado un poco. Pero...— se giró para hablarnos a todos. Hice lo mismo y vi a Carl y Michonne jugando a mantener el equilibrio en las vías.— ¿Qué están haciendo?

— Ganando una apuesta.— dijo su hijo.

— Ni lo sueñes.

Los miré divertida, realmente sabían sacar lo mejor de cada situación.

— Quizá falte mucho para llegar, ¿podríamos acelerar el paso? — Rick los observó con una sonrisa, que hacía que sus ojos se entrecerraran, dejando ver unas pequeñas líneas de expresión a sus lados.

Volvimos a caminar, mientras escuchábamos a Carl decirle a Michonne que él había ganado y podía decidir sobre qué barra de chocolate elegir.

— ¿Siempre han sido así? — le pregunté y sus ojos azules me miraron. Se veían mucho más brillantes y claros a la luz del sol.

— Bueno, crearon una conexión especial cuando se conocieron.— me aclaró y sonreí ante aquello.

— Es difícil crear esas conex...—

— ¡Amelie! — dejé de hablar al tener a Carl a mi lado.— Es la mitad. Bueno, — se corrigió.— más bien la mitad de la mitad. — había dejado en mi mano un trozo de chocolate.

— Carl, te la ganaste. Es tuya. — intenté rechazarlo para que lo comiera.

— Nosotros siempre compartimos y eso estoy haciendo contigo. Tómala, por favor. — sus ojos también brillaban bajo el sol.

— Sólo esta vez, niño.— lo agarré de entre sus manos.— , pero la próxima, será todo tuyo. — se volteó para volver con Michonne. — ¿Quieres un poco? — le ofrecí una mascada a Rick pero él negó con una sonrisa.— ¿Qué?

— Nada. - carraspeó.— Será mejor que nos apuremos.

Solté aire por la nariz y volví a caminar, pero me distrajo el fuerte sonido de un estómago con hambre. Miré a Rick con una sonrisa avergonzada y él se rió.

— Está bien, paremos a descansar y comamos algo de lo que tenemos. —nos quedamos a un costado del camino y esperamos a Carl y Michonne.— ¿Cuánta hambre tienes? ¿Del uno al diez? — interrogó.

— ¿Sinceramente? —asintió con un solo movimiento de su cabeza.— Un veintiocho.—  Soltó una risotada, que me provocó acompañarlo de una manera más leve.

— ¿Por qué nos detenemos? — preguntó la mujer.

— Debemos comer, no lo hacemos desde que salimos de esa casa.

Nos internamos en el bosque y al encontrar un lugar plano, tomé la iniciativa para intentar crear una pequeña fogata.

Bingo.

— Camino aquí, vi unas trampas. Con suerte habrá algo atrapado allí. — Rick nos avisó.

—¿Puedo ir contigo? — Carl miraba a su padre seriamente. En verdad, no habían tenido una conversación estable en todo lo que hemos caminado.