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Me quité el cinturón y lo cerré, y en los agujeros centrales que quedaron expuestos, coloqué cuatro líneas de metal que Rick había quitado y armado de las paredes, que realmente, no sé cómo sacó.

Una vez estuvo listo, para probarlo, tomé el cinturón por encima de la hebilla y lo azoté contra el suelo de madera. Sonreí al ver que funcionaba. Habían dejado profundas marcas en el suelo.

Rick había decidido contra atacar a esta gente y todos estábamos con él.

Presté atención a unos gritos fuera del vagón.

— De acuerdo. —  Daryl miraba por un espacio en la puerta.— Cuatro de los desgraciados vienen hacia acá.

— Todos saben qué hacer.— Rick venía desde el final del pequeño espacio. — Primero a los ojos. — se paró frente a mí y asentí.— Luego a la garganta.—  recordé lo que sucedió la noche de ayer. Agité mi cabeza y me enfoqué en lo que debíamos hacer.

Nos pusimos en posición de ataque cuando las voces se hicieron más cercanas, pero la puerta no se abrió, en cambio, sentimos pisadas en el techo y un espacio salió de él, dejando entrar la luz solar y también un pequeño artefacto.

— ¡Al suelo! — la puerta se abrió y con fuerza, alcancé a golpear a uno de los tipos con el cinturón y oí su grito.

Sin pensarlo, tapé mi rostro, intentando que el gas no llegara a mi nariz.
















[...]
















Había pasado una hora desde que se llevaron a Rick, a Daryl y a otros dos chicos, y hace menos de quince minutos, una gran explosión se había escuchado desde el exterior, por lo que ahora los muertos nos rodeaban por completo.

Estaba apoyada en la pared frente a la puerta, viendo como un tipo, el cual llamaron Eugene, intentaba calmar a todos.

— ¿Qué diablos haces? — le pregunté cansada. Había estado ayudando a Carl a intentar abrir unas de las puertas de los costados.

— Con este casquillo, tal vez pueda forzar la puerta.— se agachó.— Por lo que oímos, quizá no quede nadie para abrirla.

— Eugene, perdona, pero cállate. — sonreí ante ello. Esa chica de cabello corto comenzaba a caerme bien.

— Está bien.

— Oigan.— desvié mi atención al niño. — Mi padre volverá. Todos lo harán.

— Y cuando lleguen, debemos abrirnos paso con ellos. — añadió una mujer de brillantes ojos verdosos. — Debemos prepararnos.

Me propuse mejorar el arma hechiza que había creado, y desaté la franela de mi cintura para rasgarle una de las mangas y colocarla como base en el cuero del cinturón, para que este no me quemara la piel.

— ¿Cuál es la cura, Eugene? — preguntó una mujer, que creo su nombre era Sasha.

¿Cómo que había una cura para este infierno?

— Es confidencial. — contestó él.

— Déjenlo en paz.— habló el hombre robusto.— Sigamos preparándonos.

— Sí, pero quiero saberlo. Es hora de que nos diga.— agregó Sasha.

Seguí pendiente de la conversación.

Me agaché para quitar uno de los cordones de mi bota y lo enrollé en mi mano.

Realmente espero que esto pueda cortar un poco de madera, para generar algo punzante.

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora