Y la princesa, harta de príncipes azules desteñidos, se acerco al dragón y le dijo:
-Perdona, ¿Tienes fuego?.
Porque no se tiene que esperar a que un príncipe se digne a llegar, cuando tienes un dragón que vigila tus pasos día y noche.
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*Una alianza con olor a amenaza.*
Nammari se miraba a su misma en el espejo de la habitación, modelando a si misma aquel traje que había elegido su amada madre para esa ceremonia, una semana después partirían de regreso a su hogar y no podía creer en todo lo que había pasado en esa semana.
Tadashi y la chica misteriosa. Hiccup y el repentino interés en la pelirroja del reino de Aire. Elena de Avalor admitiendo que ella tiene un plan para derrocar a los del imperio de agua. Annabelle Marie de Arendelle apareciendo con la mejilla roja después de su paseo por Arendelle.
Las cosas que pasaban en tan solo 5 días la hacían enloquecer. En especial por su amigo pelinegro.
__Tadashi.__ ¿Qué haría con él?
Ellos tres habían crecido entre guerras, habían probado la sangre apenas abrir lo ojos. Habían visto a quienes amaban morir, a quienes necesitaban irse y todo por una guerra que no parecía tener fin. Pero él, oh su querido amigo, su hermano. Él había sido el que mas había sufrido, él que mas había perdido, él que sabia bien que su vida debía ser sacrificada al final del camino. Nammari lo veía injusto.
De todos los imperios, de todos los millones de pueblos que existían en el mundo, el suyo; había sido el mas masacrado, desde que la maldición comenzó Amanecer, Berk y Kumandra sus hogares habían sido los mas afectados.
Nammari no solía hablar de ello, pero le causaba un complejo los rumores que surgían en su contra; le aterraba convertirse en aquello que todos creían que eran los dragones, aunque en el fondo siempre sabia que era imposible para ellos corromper su propósito temía que así fuera.
Las otras princesas llenas de brillo, de colores, de amabilidad y paz. Y ella tan... Solitaria, sanguinaria, cruel y sincera. A Nammari no le importaba decepcionar a aquellos que no eran su pueblo, pero si le dolía pensar en que ella jamás estaría a la altura de aquellas princesas que habían vivido en pedestales.
__Lo mas injusto de esta guerra es que tanto tu como ellos no podrán gozar de la paz si esta no termina.__ Era lo que solía decir su madre, era lo que aquella mujer que había visto morir a su marido solía decirle. __Encuentra tu camino Nam.__ Decía. __Hay algo mas para ti que solo una espada y un campo de batalla sangriento.__
__No puedo madre, no puedo perder a nadie mas.__ Eso siempre respondía cuando su madre le pedía abandonar el campo de batalla. Muchas veces su madre la ínsito a escapar y buscar su propio camino lejos de aquella guerra, pero no puedes escapar de ti mismo, no puedes escapar de tus sombras. __Prefiero ser yo quien pelee a que lo hagan los niños de mi pueblo.__
Amanecer, Kumandra y Berk se estaban extinguiendo.
__Y mientras tanto esos bastardos corren, vivían y cantan al son de nuestra muerte.__
