Lo que un mal corazón esta dispuesto a hacer.
Arendelle, en su completa belleza se oscureció aquella mañana de marzo. No era raro que lloviera en Arendelle o en alguno de los pueblos de agua durante el inicio de la primavera, pero si era raro que se trataran de tormentas torrenciales como las que se veían venir.
Elsa y Elijah de no mas de 12, se preparaban en su habitación con un traje que según su padre era necesario para la ceremonia. Ella, visiblemente asustada fue confortada por su hermano en mas de una ocasión dados sus nervios y ese enorme pánico que tenia a lo que vendría después, Elijah había sido entrenado toda su vida por su padre para dominar tanto el poder que poseía como el que algún día Elsa le cedería, sin embargo; ella jamás había vivido en carne propia aquello que su hermano vivía día a día, ella no sabia como podía llegar a salirse de control aquel poder y temía por sobre manera que en el primer minuto y contacto con aquella magia todo fuera a volverse un caos.
La nana de ambos niños coloco en sus cabelleras roja y rubia una corona de flores de jazmín para que ambos se sintieran en sincronía. Les dio su bendición y les acompaño a la puerta trasera del palacio donde un grupo de guardias de la confianza del rey mas no de ella o de la misma reina los esperaba, la reina se había despedido de ellos y les había deseado éxito junto a una Anna de menos de 10 años esa mañana antes de que ellos abandonaran la sala del desayuno.
El rey estaba ya montado en su caballo cubierto por una túnica negra que le cubría hasta el rostro de las primeras gotas de la próxima lluvia. Elsa y Elijah subieron a sus respectivos corceles y fueron guiados por el rey y aquel guerrero al que conocían como Drago hasta un lugar lejano en las montañas. Un claro acuífero que lucia verde y frondoso muy cerca del limite con el bosque encantado que Arendelle jamás había temido tanto como seria a partir de aquel día, donde la magia temería tanto a lo que Agnar Arendelle liberaría que se escondería en aquel paramo.
Los trolls, en su lealtad a la corona; estaban presentes con sus cristales y capas adornadas con musgo y flores, el líder de ellos mas que deseoso de pertenecer al sequito de tontos que verían las atrocidades del rey, estaba ahí bajo la amenaza clara de que pasara lo que pasara él tenia que salvar al heredero de la corona de Arendelle.
—El eclipse esta por comenzar... —uno de los hombres de drago, quien tenia el rostro oculto informo mientras miraba el cielo desde un aparato especial para no lastimar su visión.
—Bien... tomen sus lugares. —Elsa visiblemente mas nerviosa que su hermano tomo la mano que el mismo le extendía para tomar su lugar dentro del circulo de arena blanca trazado en el suelo de aquel lugar, Agnar quien los acompaño hasta el mismo ató sus manos unidas frente a ellos con un listón blanco de manera superficial y con la misma daga con la que corto el cordón umbilical que les dio vida a ambos en el cuerpo de su madre corto una de sus palmas para que la sangre de ambos se mezclara. —Podemos comenzar. —
—Sanguinem desimilus Sanguinem generis fiantus. —
La frase se repitió una y otra vez, una y otra vez hasta que la luna en los mas alto soltó un resplandor que dejo ciegos a los presentes.
—¿Qué esta pasando?— nadie podía ver nada, ni Agnar, ni Drago, ni el viejo troll cuyo corazón estaba acelerado del miedo.
—Sanguinem desimilus Sanguinem generis fiantus. —
Los ojos de Elsa y Elijah brillaron en un color blanco perla y los hermanos sintieron como sus cuerpos eran jalados por una fuerza extraña lejos del otro, se aferraron tan fuerte como pudieron hasta que finalmente sus piernas cedieron y cayeron inconscientes uno al lado del otro en un circulo que nadie podía traspasar.
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Maestros Elementales. Tadelsa.
Fiksi PenggemarY la princesa, harta de príncipes azules desteñidos, se acerco al dragón y le dijo: -Perdona, ¿Tienes fuego?. Porque no se tiene que esperar a que un príncipe se digne a llegar, cuando tienes un dragón que vigila tus pasos día y noche.