Y la princesa, harta de príncipes azules desteñidos, se acerco al dragón y le dijo:
-Perdona, ¿Tienes fuego?.
Porque no se tiene que esperar a que un príncipe se digne a llegar, cuando tienes un dragón que vigila tus pasos día y noche.
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Antes de continuar es bueno recordar.
Para Annabelle Marie de Arendelle recordar era solo llegar a un muro. Una paralela donde había dos Anna's.
La primera Anna era amable, linda, bondadosa y amistosa. La Anna que siempre era la mejor en las clases, la Anna que jamás alzaba la voz y la Anna que cuando un maestro la regañaba ella tomaba nota y corregía.
La segunda era un poquito peor que la primera; la segunda Anna, la niña que hizo que despidieran a 12 sirvientas diarias solo porque estas se negaban a darle chocolate después de la cena aunque las pobres solo seguían por ordenes de su madre. La Anna a la que si le decías "No" tenias que tener el cuello listo para la horca.
La primera aptitud de la princesa era algo bueno... Común, ella era lo que se esperaba públicamente de una princesa, pero por y para la desgracia de muchos tras ese telón había una princesa caprichosa que quería todo a su antojo.
Y estuvo bien viviendo así, ella siempre vivió con el pensamiento de que si su hermana subía al trono las cámaras y los reflectores no caerían en ella y ella al no estar en el ojo del publico directamente podría hacer todo cuanto ella quería cuando y como quisiera. Pero cuando la corona se coloco sobre su cabeza, oh lo bueno empezó de verdad, como jamás se le corrigió, como jamás se le amaestro en el arte de liderar ella simplemente quiso mandar y mandar, jamás escuchar, solo dictar. Y eso no era tan bueno en un rey como ella pensaba.
La corona o mejor dicho la noticia de que la corona seria suya le llego cuando cumplió 14 años cuando dieron por muerta a Elsa públicamente, y desde entonces su vida se volvió un huracán de planes cambiados y sueños rotos.
¿La princesa Anna viajando por el mundo? Pues no, no era así de sencillo no puedes liderar un país desde otro lado. ¿Bailes con otras princesas? Pues tampoco, si a su pueblo le caía mal una princesa esa princesa debía ser aborrecida por la realeza también. ¿Embriagarse? ¿Bailar hasta no poder mas? ¿Reírse escandalosamente? ¿Comprar hasta no poder mas? No. No y no.
Y no era que siendo una princesa pudiera hacer todo lo que quería, sino que se espera siempre mas de una reina que de una princesa, o al menos en los reinos de agua.
Para Anna el descubrimiento de que su papel como reina no seria del todo divertido le causo nauseas tan grandes que casi se casa con el primer príncipe que vio por ahí con tal de que el poder se cediera a otro. De hecho debió amar mucho a Kristoff para casarse con él aun cuando él no podría tomar jamás su lugar como líder del reino de Agua Arendelle.
Anna estaba decepcionada, simplemente hastiada de todo lo malo que pasaría si ella fallaba. Primero todo fue un juego para ella y para su padre, pero cuando Anna comenzó a perder la aceptación de su patria pues... Tuvieron que decidir sobre que era prioridad y que era algo a segundo plano, Agnar comenzó a regañarla, a corregirla y a pulir a la futura reina de Arendelle, pero le costo. Desde acatar el protocolo real de no usar colores en especifico hasta el como tomar una taza, Anna paso de ser la niña tierna que todo el mundo ve como un ángel a la reina malvada del cuento. Pues cuando no se acataba a su gusto se castigaba con la muerte.