One Shots (supercorp)

CAMPANAS DE BODA

—Realmente te vez hermosa, Alex. —halagó la menor de las Danvers mientras hacía un esfuerzo para no romper a llorar, sabía que sí lo hacía su hermana lo haría también y todo el trabajo que hicieron para maquillarla se echaría a perder. —Dejarás a Maggie sin aliento.

La mayor de las Danvers sonreía ante su reflejo en el espejo de cuerpo completo, inspeccionaba con detalle el hermoso vestido blanco para asegurarse que todo estuviera perfecto. Ella estaba muy nerviosa ya que en pocos minutos tendría que caminar hacia el altar junto a su novia y futura esposa.
El vestido de la pelirroja lucía un hermoso escote de encaje en forma de copa “V” ajustado hasta su cintura, en la parte inferior se podría decir que el vestido era acampanado hasta cubrir sus pies, varias capas de tela fina realzaban volumen y eso lo hacía ver justo como un vestido de princesa. Llevaba el cabellos con ondulaciones y un maquillaje sutil.

—Solo falta algo más. —dijo la rubia tomando una pequeña tiara adornada de perlas. Alex se volvió hacia su hermana y haciendo un gesto de reverencia la pequeña Danvers le colocó la tiara. —ayy Alex ¡tes ves como una verdadera princesa! —exclamó Kara y trató de contener las lágrimas por la emoción de ver a su querida hermana cumplir uno de sus sueños, casarse con la mujer que amaba.

—¡Kara, no llores! ¡Me harás llorar! —Alex cerró los ojos en un intento por contener las pequeñas lágrimas que afloraban en sus ojos. —Dios estoy muy nerviosa, solo quiero que esto acabe ya para poder ver a Maggie y besarla.

—Tranquila romeo —dijo Eliza Danvers quién justo entraba a la habitación donde estaban sus hijas. —¡Pero mira como estás! ¡Hija pareces una princesa! —Eliza Danvers no tenía por qué contener su emoción, ella ya estaba llorando de felicidad al ver a su hija en ese vestido tan hermoso.

—¡Mamá! —Exclamarón las hermanas Danvers al unísono.

—Ya sé, ya sé... Es solo que estoy tan feliz por ti, mi pequeña —dijo Eliza abrazando a su hija mayor.

—Creí que yo era tu pequeña. —dijo Kara haciendo un puchero.

—Ambas son mis pequeñas, ven aquí—dijo Eliza y acto seguido las tres Danvers se abrazaron.

—¿Cómo está Maggie? —preguntó la pelirroja.

—Muy hermosa y el doble de nerviosa que tú —contestó su madre con una sonrisa. Ya que Maggie no contaba con el apoyo de su familia Eliza la había ayudado a prepararse mientras que Kara se encargaba de Alex, Eliza se sentía tan orgullosa de sus chicas por seguir a su corazón, ella no entendía por qué la familia de Maggie no la apoyaba, ella estaba orgullosa de Alex por ser valiente y ser ella misma sin importar nada, y gracias a eso había ganado una hija más con Maggie en la familia.

—¿Se puede? —ese era Jonh entrando en la habitación. —Alex mírate luces maravillosa —expresó nostálgico El marciano, él consideraba a Alex como a una hija y no podía estar más feliz por ella y por Maggie en este día especial para ambas. —Vine por tí, ya todos están en el jardín.

—de acuerdo, Kara vámonos. —dijo Eliza antes de darle un abrazo más a su hija.

—Tranquila Alex, a Maggie se le caerá la baba cuando te vea. —comentó la rubia saliendo de la habitación junto a su madre.

—¿Estás lista? —dijo el marciano mientras le ofrecía el brazo y una mirada tranquilizadora a la pelirroja, él sería quién la entregaría en el altar. —hoy es tú día especial.

—Estoy lista, gracias por esto Jonh.

Ambos abandonaron la habitación para dirigirse al jardín donde sería la boda.

Maggie había estado de acuerdo en celebrar la boda en Midvale, el lugar donde habían crecido las hermanas Danvers era muy pintoresco además de ser un lugar especial para su futura esposa. Ella se encontraba en la habitación de Eliza algo ansiosa, su suegra la había tratado de calmar pero es que era imposible hacerlo ella realmente quería estar con Alex y darle nuevamente el “Sí” para luego besarla y más tarde quizá poder....