One Shots (supercorp)

Parte IV

De todos los acontecimientos posibles, el que Lilian Luthor se entregara a la DEO por voluntad propia era algo que Lena no podía creer. Podría creer en la existencia de un multiverso, en la hechicería e incluso en el presidente pero la idea de que su madre hiciera tal cosa era algo impensable. 

Tan pronto como amaneció, Lena partió rumbo al DEO junto con Sam, Ruby y Kara tal y como lo habían hecho la última vez. 

—Tu madre se niega a decir cualquier cosa sobre este asunto a menos que seas tu quién hable con ella. —informó Alex tan pronto como las chicas llegaron.

—De acuerdo, iré a hablar con ella. Vamos Kara —dijo la ojisverde dirigiéndose hacia la habitación donde se encontraba su madre. —No te preocupes cariño, haré que regreses a la normalidad. 

Al entrar en la habitación Lena divisó a Lilian quién seguía sentada junto a la mesa donde la agente Danvers le había interrogado minutos antes.

—Veo que le tomaste mucho cariño al cachorro —sonrió burlesca Lilian al ver entrar a su hija con la cachorra en brazos. —creía que sería más difícil a que te adaptaras a ella. 

—¿Por qué lo hiciste, madre? ¿por qué dañar a Kara de esta manera? —dijo Lena confrontando a su madre

—No sufrió dolor alguno si es lo que te preocupa. —comenzó a decir —muy a mi pesar, no fue nada divertido. Aunque sí que disfruté al ver su reacción cuando le mostré su reflejo en el espejo —se burló la mujer mayor. Kara le ladró diciéndole que era una suegra muy mala, aunque lo de suegra no se lo diría nunca en su idioma no si quería conservar intactas todas las partes de su cuerpo. 

—¿Por qué convertirla en un cachorro? —preguntó la ojisverde

—Ya te lo dije antes. Quise darte el cachorro que tanto querías cuando eras una niña. —contestó de lo más tranquila.

—No mientas madre. Esa no fue la única razón, si así lo fuera pudiste haberme comparado un cachorro real y no convertir a mi novia en uno. 

—De verdad que eres una Luthor, no te basta con una explicación a medias. —dijo Lilian antes de suspirar profundamente, ella sabía que Lena no estaría tranquila hasta que le dijese la verdad. —Como te dije hace un mes, estoy consiente que no fui la mejor madre para ti. Sin embargo aún estoy a tiempo de poder corregir ese error. Lena, me diste la oportunidad de ser la madre que tanto necesitabas cuando eras una niña; y si no estoy mal las madres ayudan a sus hijos cuando estos tienen un problema. No soy del tipo amorosa, tu y yo nos entendemos muy bien en nuestra frialdad y sarcasmo, no esperes que te de un abrazo o un consuelo mientras lloras, al menos no por ahora. 

Para Lena lo que expresaba su madre era demasiado bueno para ser real. Aunque desde un principio quiso una confesión así por parte de su madre la verdad era que no esperaba que sí se la diera. 

—Pero...siempre podrás contar con mi ayuda cuando la requieras. —continuó hablando la mujer. —Cuando te vi tan afectada por la mentira de Kara, lo creas o no, no pude soportarlo. Así que como la mujer inteligente que soy idee un plan. Ahora es cuando me agradeces. 

—¿por qué? ¿por convertir a mi novia en un perro? —casi preguntó con burla la menor de los Luthor.

—Primero, por darte el cachorro que querías. Segundo, por darle un escarmiento a la kryptoniana; que muy en el fondo tu y yo sabemos que lo querías. Y tercero, por reconciliarte con tu novia ¿o me dirás que aún no la has perdonado?

Mierda, su madre la conocía tan bien. Era verdad, ella ya había perdonado a Kara y ya ni siquiera estaba enojada, lo único que le interesaba es regresarla a la normalidad para abrazarla y besarla y acurrucarse con ella por horas.