Dinero Sucio ～ Wos [TERMINADA]

Otra Vez

Mi cabeza viajaba por lugares recónditos estos últimos días, sinceramente aunque muy dentro mío sintiera que mi corazón le pertenecía a Valentín, y que lo hacia desde que éramos adolescentes, con Tadeo había descubierto otra clase de relación, una más sana y adulta, porque a pesar de tener 25 años con Valentín seguiamos siendo los mismos inmaduros de siempre.

La relación se había puesto tensa cuando el se dió cuenta que lo mío con Tadeo iba en serio, me hablaba mal, no cumplía mis órdenes y se jactaba de que el también era parte del legado de mi padre, por lo cual pasábamos discutiendo

—No Valentín, ya te lo dije, tenés que dejar de ir a vender la boliche, ya tenemos un acuerdo - dije enojada porque en varias oportunidades lo había hecho

—No querés que lo haga porque te enoja que me vaya a levantar minas - dijo como echándomelo en cara y si, un poco me molestaba

—Que triste que te jactes de cogerte drogadictas - dije despectivamente haciéndolo tomar aire con fuerza

—Me tenés harto Maite, tu padre seguramente ya te hubiera sacado del mando

Estábamos en la oficina de casa porque en la pizzería estaban haciendo remodelaciones, por lo cual no podríamos ir por varias semanas. Me levanté del escritorio y me acerque a el mirándolo con bronca yendo a empujarlo con una de mis manos sobre su pecho

—Mi padre te hubiera matado el día que te atreviste a irte y dejarme sola con todo esto - lo enfrente empujándolo de nuevo

—Vos me echaste

—Y vos ni siquiera fuiste capaz de pedir disculpas

Esta conversación se estaba dando a los gritos, seguramente se escuchaba de todos lados, me di cuenta cuando Tadeo entro sin golpear a paso firme

—¿Que carajos pasa? Se escuchan desde el patio los gritos

—No te importa - dijo Valentín volviendo a mi —Me fui porque me echaste como un perro - dijo señalandome con el dedo

—Actuaste como idiota, exactamente como lo estás haciendo ahora, la venta es por fuera no nos puede tocar a nosotros

—Eso es una regla que inventaste

Bufé y agarre mi cabeza bajo la atenta mirada de Tadeo que no se movía, me apoye sobre el escritorio arreglando mi cabello

—¿Sabes que? Hace lo que se te cante el forro del orto, ahora, cuando te agarren los milicos no me vengas a llorar

—Nunca te llore Maite - dijo mirándome con desprecio y salió del lugar dando un portazo

Suspiré y sobe mi frente, Tadeo se acercó a mi haciendo que lo mirara con mi cabeza ladeada poniendo los ojos en blanco

—Es la cuarta vez esta semana - dijo con respecto a las peleas que eran cada vez más frecuentes, acariciando mis brazos de arriba abajo haciéndole asentir

—Me tiene podrida, te juro, no puedo controlarlo - dije señalando la puerta y resoplando —Le van a encajar una paliza, y no entiende

—¿Cuando vas a dejar de cuidarlo? ¿No te das cuenta que no le importa?

Y tenía razón, a Valentín no le importaba, pero yo lo hacia por lo que habíamos vivido, por nuestro pasado y porque sabía lo que significaba estar sola, no tener familia

—No se, Tadeo, no se - dije suspirando mientras rodeaba su cuerpo con mis manos y apoyaba mi cabeza en su hombro, el me contuvo como lo hacia siempre

°

Valentín se había agarrado la maldita costumbre de salir casi todos los días de la semana a escabiar, cuando estaba el boliche abierto iba ahí, si no a cualquier bar, llegaba a altas horas de la madrugada y a veces ni siquiera se levantaba a realizar su trabajo, otro de los tantos motivos de pelea