Dinero Sucio ～ Wos [TERMINADA]

Intentar

El tiempo pasó y nosotros pasamos con el tiempo, seguíamos viviendo en el departamento y manejando el negocio desde la pizzería, nos iba super bien, el dinero entraba como debía, los negocios proseguían, la única estancada era yo. Valentín había empezado a salir con una chica que conoció en el boliche donde aún teníamos negocio, parecía amable y que quería a Valentín, yo me sentía una señora de 60 años cuando salían al boliche y yo me quedaba sentada en el sillón tomando vino. Siempre me quedaba un gusto amargo al verlos juntos, pero no dije nada, dejé que el fuera feliz, se lo merecía.

El insistía que yo tenía que salir, conocer gente, pero yo no quería conocer a nadie, no tenía ganas ni paciencia para hacerlo, además en todo caso quería estar con el, no con otra persona. Admitiré que se me hizo costumbre ir al cementerio, aunque lo odiaba, iba a visitar a mi padre y a Tadeo, esa tarde hacía mucho calor, le llevé flores a papá y luego pasé por la tumba de Tadeo, nuevamente me sentí mal, hacía tiempo no tenía ganas de llorar, pero en ese momento lo hice.

Sorbí mi nariz dejando las flores sobre la fría tumba y me puse de cunclillas enfrente sacando algunos yuyos que habían crecido en el borde, suspiré y dejé que las lágrimas corrieran por mis mejillas, largué el aire de mis pulmones y miré al cielo un segundo para luego volver mi vista al mármol

—Ya se que no debería llorar, pero te extraño tanto, a veces me siento tan sola - mordí mis labios conteniendo un sollozo que quería soltar —Valentín empezó a salir con una chica que me cae muy bien, parece que lo re quiere - hablaba sola como si el me pudiera escuchar, yo en ese momento creía que si o estaba tan desesperada por hablar con alguien que fue mi último recurso

Realmente me sentía sola, nunca tuve amigas, mis únicos amigos eran los del negocio y sentía que a ellos estás cosas no se las podía contar, seguí arrancando los yuyos que había alrededor suspirando sin poder contener las lágrimas que caían en silencio

—A veces me pongo celosa, pero no es justo, porque el se merece ser feliz, vos te merecías ser feliz también, dios - dije quitando las lagrimas de mi rostro con mis dedos —Nos merecíamos ser felices, nunca me olvido de vos, siempre te tengo presente, siempre - suspiré y me permití volver a llorar en silencio todavía agachada frente a la lápida unos cuantos minutos mas hasta que mi celular empezó a vibrar en el bolsillo, atendí la llamada de Valentín

—H-hola - dije aclarando mi garganta intentando que no se notara que estaba llorando como marrana

—Hola, ¿estás bien? - preguntó y me imaginé que fruncía el ceño

—Si, si ¿qué pasó? - pregunté parándome terminando de limpiar mi rostro

—Era para avisarte que iba a llegar tarde hoy, seguramente salga con Lore - explicó y yo asentí como si me pudiera ver

—Okey, dale, voy a pedir comida ¿querés que pida para ustedes? - pregunté mordiendo mis dedos mientras seguía hablando

—No, está bien, vamos a comer afuera. ¿Segura estás bien? - volvió a insistir y suspiré

—Si, Valen, tranqui

—¿Dónde estás? 

—En el cementerio, pero ya me iba - dije mirando la tumba de Tadeo como si me pudiera ver

—Bueno - hizo un silencio y lo escuché suspirar —Si querés me quedo en casa

—No, no, no salí y divertite, saludá a Lore de mi parte - corté la llamada y guardé el celular y volví mi vista a la tumba de nuevo —Ya me voy, pero voy a volver, otro día que no quiera llorar tanto - me reí apenas y le di una última mirada antes de salir de allí para dirigirme al auto e ir a casa.