Dinero Sucio ～ Wos [TERMINADA]

Final | 1. 2

Una semana después ya estaba recuperada, me desperté temprano para darme una ducha, terminé de cambiarme lista para salir a la pizzeria, estaba ansiosa por volver, quería saber que habían hecho estos en mi ausencia y asegurarme por mi misma que todo estaba en orden y como me gustaba.

—¿A donde te pensas que vas? - Tadeo me interceptó en la puerta del baño cuando salí, recién levantado pero ya listo para el enfrentamiento

—A trabajar - le conteste como si no fuera nada pasando por al lado de el, me detuvo con su mano en mi abdomen volviéndome sobre mis pasos

—No vas a trabajar, tenes que seguir haciendo reposo

—¿Despues de seis meses? No lo creo - me escabulli por el otro lado tomando mis cosas de la mesa noche para volver hasta el tomando su rostro con una mano por las mejillas —Volví hora aguantame - deje un beso en sus labios y salí de la habitación bajando las escaleras encontrándome con Valentin a punto de salir

—¿Que haces? No, no, no señorita

—¿Vos también te vas a poner pesado? Dale llevame a trabajar - insistí empujándolo apenas por el brazo para que saliera, rodó los ojos abriéndonos paso hasta el auto

—No podes hacer locuras, nada de andar en la calle, ni mucho menos querer pelearte con alguien - me iba dando un sermón mientras manejaba, rodé los ojos irritada ante sus palabras

—Pareces mi padre, basta, ya estoy bien, me recupere ya ni me duele la herida y además no me puedo quedar otro día encerrada, siento que me ahogo - hice sonidos con la garganta como si de verdad me ahogara, el se río divertido mientras negaba

—¿Todo bien con Tadeo? - me llamo la atención su pregunta pero asentí varias veces —La paso realmente mal cuando vos estuviste en coma, yo también - estacionó frente a la pizzeria girando su rostro para mirarme —Pensé que me moría, te juro - tomo mi mano que reposaba sobre mi pierna mirándome directo a los ojos

—En la historia esa rara que me invente en la cabeza vos y yo estábamos bien, así que quizás en alguna otra vida estemos juntos - hice una mueca simulando una sonrisa apretando su mano para después soltarla

—Me conformo con eso y saber que en esta vida sos feliz

Como dije, ya había tomado mi decisión y no pensaba volver a lo de antes, a jugar con ellos, a estar entre los dos a ver quien lo hacía mejor, había elegido a Tadeo y no iba a echarme hacia atrás, no de nuevo

Estaba todo organizado, realmente habían hecho un buen trabajo durante mi ausencia, no podía quejarme de nada, casi que no tuve que hacer nada solo organizar el trabajo del día. Todo estaba en orden, todo estaba bien finalmente, increíblemente estaba todo bien y era casi que increíble, por fin tenía un poco de paz.

En el escritorio de aquella pizzería mientras volvía a revisar los papeles y repasar en mi cabeza todo lo pasado me di cuenta que quizás tenía que hacer un cambio, casi me muero, en varias oportunidades, era el negocio el lugar menos seguro de todos y aunque fuera una herencia de mi padre no podía escapar de la realidad.

La cicatriz del balazo era mucho más chica que la de la apuñalada, estaban muy cerca, ya estaba acostumbrada a verme con la otra así que una más no me hacía la diferencia, salí del baño luego de ponerme el pijama, Tadeo ya estaba en la cama recostado sobre el respaldo mirando tele, fui hasta donde el estaba apoyando mi cabeza en su hombro abrazándolo por el abdomen suspirando

Me gustaba estar así con el, me gustaba la tranquilidad que me daban esas cuatro paredes y su presencia, me gustaban los mimos que dejaba en mi cabeza haciéndome sentir entera, en esos momento no necesitaba más e ideas locas paseaban por mi mente.