Capitulo 19

67 9 6
                                    

Capitulo 19
Esa noche no pude conciliar el sueño, el amanecer me recibió con una taza de té en las manos. Por el contrario Tess estaba como su nombre dictaba… terrible.

- No, no me digas nada. -hablo dejando caer su cuerpo sobre la silla del comedor-

- Café negro, cargado y sin azúcar. Y una aspirina.

- Cerveza o cianuro, sería mejor para este puto dolor de cabeza. -dejo reposar su cabeza sobre el cristal del comedor, yo comencé a masajearla-

- La veisalgia…

- No, no comiences con esas mamadas -se sujeto la cabeza tomando mis manos- todo me da vueltas, siéntate por favor, te veo doble y es más irritante. -reí, porque estaba tan mal que ni siquiera me estaba viendo-

Ya me había hecho a la idea que sería duro tener que cargar con su humor ese día. Tess tomo su café y se fue a la ducha, tardo más tiempo del previsto. Tiempo que me sirvió para redactar una pequeña nota que podrían leer mis visitantes. No es que tuviese muchos, pero si alguien venía quería supiera mi ausencia.

A las 10 AM estuvimos listas. Una problemática Tess le daba la cara al mundo ahora.

- No Guadalupe, ¿qué pasa por tu cabeza?

- Ya dije, va Bernardo, o no salgo de aquí. Muy poco me importa lo que allí pasará.

- ¡Carajo! -se colocó sus gafas de sol- ¿qué vas hacer con el perro en el juzgado?

- Voy con él o te vas sin nosotros.

- ¿Cómo lo subiremos al avión? -masajeo su frente- ¿sabes qué? No es mi maldito problema, súbanse al puto auto que ya no tolero más estar aquí. Necesito un jodido trago de vodka.

- Necesitas mejorar tu lenguaje.

- No me vengas con pendejadas a esta edad -Ber’ y yo subimos primero, luego ella se subió a ese volvo lleno de recuerdos que para buena fortuna habían reparado en días pasados- y tú -le hablo al auto- déjanos en el aeropuerto sin pero alguno. -giro la llave y el auto encendió perfectamente- no te comas mis asientos o te cortaré la lengua y luego te la hare tragar – vio por el retrovisor a Bernardo que se dejaba caer sobre el asiento trasero.- definitivamente te importa más el mugroso perro que yo.

- -sonreí colocando música en el estéreo, la canción que sonó me hizo ver a Tess-

- Oh, ay Lupita -dijo ella, siendo amable apesar de su mal humor- Thank you for being a friend… -repitió siguiendo el compas con sus dedos- And when we both get older, With walking canes and hair of gray, Have no fear even though it's hard to hear, I will stand here close and say -con su mano derecha acaricio mi mejilla izquierda- Te Amo pequeña virgen. -sonreí porque esa era nuestra canción-

Andrew Gold, thanks a for being a friend.

Su Volvo se comportó como lo necesitábamos. Nos dejó en el aeropuerto. Tess retiro los boletos que había comprado días antes.

- Perfecto -levanto el boleto que había conseguido para Bernardo- agradece que sea una ciudad con pocos habitantes -su celular sonó, sonriendo contesto- Terribilis Ruíz -su sonrisa se fue perdiendo-

- ¿Todo bien? -quise averiguar-

- Aguarda -me señaló- claro, entiendo perfectamente; si, estamos informadas, mi cliente aún no toma una decisión; mañana a las 3 pm estaremos en su despacho. -asintió par de veces- por supuesto cuente con nosotras, Gracias por llamar señor Rilvers. -colgó-

- ¿Qué quería? -le pregunté curiosa-

- Está será una larga experiencia mi querida Lupita -ella beso mi mejilla y caminamos al área de espera- no estás sola. Nunca más.

Nunca más estarás solaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora