Cuando me encuentres

Cap 20 - "White Rose"

Mi mirada y la de él estaban en sincronía, tal como esa noche en el penthouse.

Nadie hablaba, nada sonaba, podría haber dicho que estaba todo en silencio, si no fuese por el fuerte resonar de nuestras agitadas respiraciones, las cuales hacían honor al momento... La distancia era casi nula, podía sentir el dulce menta de su boca ....

Dos focos rojos se encendieron sobre nosotros.

- ¡Están en propiedad privada! Deben retirarse inmediatamente - se oyó una voz desde el altoparlante.

- Dime algo chico Ferrari, esta gente sabia del "favor" que te debían? - pregunte intentando controlar mis nervios. Digamos que no estaba en mis planes ser arrestada en otro país y aparte sin que mis padres supieran donde estaba.

- Eee... si jaja, luego te explico pero ahora - siento como toma delicadamente mi mano y me para - debemos correr.

Comenzamos a correr por todo el circuito, mientras éramos seguidos por la misma luz roja de antes, y ahora, se unían dos guardias con sus perros.

- Rápido Lola - dice Charles señalándome un hueco en la reja. Rápidamente paso mi cuerpo por el y veo como Charles hace lo mismo, para luego jalar nuevamente de mi mano llevándome hasta la camioneta que nos había traído.

- Eso estuvo cerca jajaja - intentó romper el silencio que se había formado al entrar en el auto. Mis pies dolían, al igual que mis rodillas, por lo que pretendía hacerme la enojada por un rato, pero el plan falló desde que me miró con sus ojos de perrito haciendo un puchero.

- Jajajajaj, digamos que fue una experiencia interesante ... auch! - deje escapar un gemido al tocar una de mis rodillas.

- Ma chère! Estas bien? - preguntó Charles tomando delicadamente mi pierna. - Yo no debí haberte llevado allá, fue estupido y arriesgado de mi parte, lo lamento - nuevamente me perdía entre esas palabras en francés y esos intensos ojos azul/verde que me miraban con desesperación y arrepentimiento.

- Hey, no - tome su suave rostro entre mis manos acercándolo a mi - no tienes que disculparte por nada ... bromeas?.. nunca me había sentido tan libre en toda mi vida, y fue gracias a ti - toque delicadamente su nariz con mi dedo índice.

- Bueno igual la cita aún no termina - dice mientras cambia su mirada a mi pierna - pero si te duele mucho y quieres ir a tu cuarto, lo entiendo.

- mmm que te parece si, me acompañas a enfermería en el hotel y luego me llevas donde tenías planeado? - respondí tomando su mentón y subiendo nuevamente su mirada a mi cara. Pude ver cómo sus ojos se iluminaban, y como asentía con una gran sonrisa. - Sin, enamorarse Lola, lo recuerdas? ... El es una súper estrella del automovilismo y tu una humana común y corriente, solo quiere pasarla bien contigo, igual que tu ... - una voz conocida se hizo presente nuevamente en mi cabeza haciéndome soltar el mentón de Charles, mientras me alejaba hacia la ventanilla.

El camino no fue muy largo, y lo agradecí mucho ya que mi rodilla dolía bastante. El chofer nos dejó en la entrada trasera, y para nuestra suerte, no había periodistas ni fotógrafos, por lo que bajamos sin preocupación.
Al bajar del auto sentí como Charles me tomaba y me elevaba, llevándome cual novia en su noche de bodas.

- No hace falta Charles, puedo sola - dije intentando bajar de sus fuertes brazos, a lo que el me agarró con más fuerza y me apego más a él. - Okey Romeo - había entendido su mensaje. Rodee mis brazos en su trabajado cuello y escondí mi cabeza en uno de sus hombros. Desde allí, podía sentir el irresistible olor a su perfume de Giorgio Armani, lo cual me hizo comenzar a observar detalladamente cada parte de su cara, entrando en un trance, del cual únicamente salí al escuchar mi nombre.