Louis estaba frustrado, puso sus manos en la barra de la cocina y apoyo su cabeza, su teléfono sonó molestándolo una vez más, estaba algo cansado y en realidad no sabía si responder o no.
Solo respondió al ver el nombre de su amigo en la pantalla "zayn" en la pantalla, contestó echándose en el sofá—que pasa— hablo, cerrando los ojos.
—Louis, amigo, tenemos que arreglar esos papeles antes de que ese hombre llegue, no sabemos que día llegará y no quiero que nos tome por sorpresa— escuchó a su amigo del otro lado del celular, Louis suspiro una vez más, dejando el celular sobre su pecho.
—Zayn, Te prometo que lo haré, mañana voy y terminamos de buscar esos papeles y arreglamos los demás— Louis ya se estaba levantando del sofá, escucho a su amigo decirle gracias y colgar, dejo el celular en la barra para luego caminar hacia la nevera y buscar algo de comer.
Louis era un hombre con mucho dinero, millones, mejor dicho. Pero le daba miedo contratar a alguien para cocinar porque según el, podían envenenar la comida y matarlo.
Así que todos los días pedía comida como pizza, pollo, y cosas así, su nevera estaba llena de cosas que se podían cocinar fácilmente, como sopa instantánea y así, el chico se estaba planteando seriamente aprender a cocinar.
Lo haría cuando no tuviera tanto trabajo.
Quiso encender la estufa cuando el timbre sonó, asustándolo, ¿quien toca a una puerta a las doce de la noche?
Bostezo y camino arrastrando sus pies hasta la entrada, abrió la puerta encontrándose con algo que en realidad, no le molesto tanto.
Un rizado de ojos verdes estaba allí parado, con las manos en los bolsillos y el cabello algo despeinado, Louis frunció el ceño.
—¿necesitas algo?— pregunto, saco la cabeza y miró a los lados, vio a los lados, absolutamente nada, junto sus cejas.
—buenas... eh, buenas noches, soy Harry y-yo he me perdí hace como un día, he caminado mucho y solo quiero volver a casa— el chico no miraba a Louis a los ojos, miraba sus pies, sus botas desgastadas de tanto caminar.
—entra— Louis se echo a un lado para dejarlo entrar, Harry le agradeció internamente, cuando por fin estuvo a dentro levantó la vista encontrándose con la mirada confundida del mayor, se dio cuanta de que tenía unos ojos azules muy lindos.
—bien, Harry, explícame bien— Louis le hizo una seña para que lo siguiera, el rizado lo hizo torpemente caminado detrás del hombre, el cual encendió la estufa y luego lo miró.
—me... secuestraron, eran como las una, había tenido tiempo extra en el trabajo y estaba caminado por las calles, era muy tarde y casi no había mucha gente, soy un estúpido porque me fui por un callejón solo para llegar mas rápido a mi casa, un carro negro se detuvo y de un momento a otro dos hombres se bajaron y me dieron un papel preguntándome una tal dirección , empecé a leer el papel y cuando levante la mirada me habían echado un polvo que me durmió.
Louis lo miraba mientras literalmente movía agua con una cuchara, Harry junto sus cejas —creo que pensaron que duraría más tiempo dormido porque se bajaron del auto, salí por la puerta izquierda y empece a correr, nunca corrí tanto en mi vida, no los volví a ver, esto me pasó ayer, he caminado por horas, y ahora estoy aquí.
Louis vio el agua hervir y buscó con la mirada los macarrones que tenía para preparar — vas a cocinar solo con tomate y cebolla?— Harry señaló la mesa, Louis asintió sonriendo orgulloso.
—si, aunque aveces me salen sin sabor y aveces si tienen sabor, me sirve para llenarme la barriga— dijo el castaño, Harry negó, apagando la estufa.
—¿tienes papas?— preguntó el rizado, Louis asintió —¿y huevos?— preguntó, Louis le sonrío pícaramente, el rizado se puso una mano en la frente negando.
—si, si tengo— contesto el ojiazul riendo —entonces te voy a hacer papas con huevos, te vas a matar comiendo macarrones todos los días— el ojiazul quiso arrodillarse y agradecerle a Dios por tal milagro, hasta que recordó que era ateo.
—Gracias! Dios si! Pero antes creo que deberías tomar una ducha, ven, te prestaré ropa— Louis le hizo una seña a Harry para que lo siguiese, el rizado lo hizo.
Entraron a una habitación pintada de blanco con una televisión y una gran cama —mira, te llevaré a tu casa, pero tendrás que esperar porque tengo mucho trabajo y no puedo irme tan lejos, espera... de que parte de Londres eres?— pregunto Louis, Harry se mordió el labio.
—pues, es que literalmente soy de Inglaterra— dijo el rizado, Louis si atraganto con su saliva —eso está a una hora de aquí— dijo, el rizado asintió —tendrás que esperar, espera, quieres llamar a alguien?— pregunto, Harry asintió.
Louis le entregó su celular, Harry rápidamente marco el número de su mamá.
—hola?— Anne, su voz del otro lado del teléfono fue musica para los odios del rizado —mami— dijo, poniendo su otra mano sobre el celular.
—Harry, ¡oh mi bebé, donde estas mi vida, te he buscado por todas partes, estamos tan preocupados— su mamá se escuchaba como si fuera a llorar, el chico iba a hablar, Louis negó —no puedes dar mi dirección, lo siento— Harry asintió, confundió —mami, mami escúchame, yo estaré ahí, perdí mi celular, pero yo iré, estoy bien, te explicaré todo mami, no te preocupes, saluda a Niall por mi— Harry se sentó en la cama, Louis mirándolo desde el umbral de la puerta.
—mi amor, por favor yo... Dios, Harry espero que esto no sea una mala broma, llámame por favor, vuelve pronto mi vida— Harry sonrió, escuchando a su mamá —lo prometo mami.
Cerró la llamada entregándole el teléfono a Louis, quien sonreía —qué?— Harry lo miró alzando las cejas, Louis encogió los hombros —nada.
Louis le indicó a Harry que se bañara y que le dejaría ropa encima de la cama, el rizado estuvo de acuerdo, entrando al baño que contenía la habitación.
~
Louis estaba acostado en el sofá con hambre y sueño, estaba jugando un juego random en su celular cuando un olor a jabón llego a su nariz, se levantó para girarse y ver a Harry con una de sus camisas y un pantalón que si Harry no tuviera agarrado ya se le hubiera caído.
—creo que hay que comprarte ropa— dijo, caminando hacia la cocina, Harry lo sigue —ah, no me digas— el rizado vio a Louis entregarle las papas, busco con la mirada los huevos.
—oh, si, lo siento— Louis abrió la nevera sacando cinco huevos de allí, los puso en la barra.
—bien, has tu magia— Louis lo miró con las manos en la cintura —no sabes hacer papas con huevos?— Harry lo miró con las cejas alzadas, Louis negó, esta vez sintiendo algo de vergüenza.
—es fácil, pon el agua, yo te mostraré.
~
Y ahora estaban comiendo papas con huevo en el sofá mientras veían a la gran plasma, Harry había molestado a Louis toda la cena porque se había dado cuenta de que el chico había estado viendo barbie en Netflix.
Y Louis soltó varias carcajadas en una sola noche, algo que le sorprendió porque tenía mucho tiempo que no sonreía así, y su padre lo tenía agobiado, más el trabajo y la Soledad de su casa.
