Louis abrió los ojos pesadamente, quería volver a dormir, volver a cerrar los ojos y respirar el olor de Harry mientras soñaba con monos volando sobre helado de fresa. Pero tenía que levantarse porque si pasaba algo o había alguna novedad el sería el último en enterarse.
Y en eso, se dio cuenta de que todavía estaba encima de Harry, el menor rodeaba su cintura con sus brazos, su cabeza estaba de lado gracias a que Louis dormía con la nariz pegada al cuello de Harry, quien suspiró entre sueños.
Louis sonrió tratando de no lucir muy emocionado, su mamá se estaría burlando de el seguramente, trato de ignorar esos pensamientos mientras trataba de deshacerse de los brazos de Harry.
Cuando logro salir de encima de Harry se frotó los ojos bien, y allí fue cuando recordó la noche anterior y otra vez quiso agradecerle a Dios porque Harry no lo había sacado a patadas, claro, después recordó ser ateo.
Ayer 2:45 AM
Louis se rodó sobre su cama, quejándose por alguna razón desconocida, se sentía vacío. Tomo una de sus almohadas y la abrazo tratando de quedar dormido otra vez, su intento fallo dejándolo pensativo mientras miraba al techo.
Con un suspiro y un cansancio malísimo, Louis se levantó de la cama y camino a la cocina, abrió la nevera y tomo un vaso de agua, mirando a la nevera como si fuera una persona —qué? se supone que a esta hora debería estar durmiendo— le hablo al gran aparato, dejando el vaso sobre a barra.
—me siento solo— murmuro para si mismo —mi mamá no me quiere, lo sé— miró sus pies descalzos, sonrió recordando los momentos en los que su papá lo llevaba al parque y le compraba gomitas de colores.
—buenas noches nevera— Louis palmeo la nevera dos veces y camino hasta las escaleras.
Se detuvo en la gran puerta blanca que daba a la habitación en la que Harry se quedaba, pareció pensarlo, pero que va, no lo estaba haciendo. Solo estaba esperando el momento correcto para abrir la puerta.
Y lo hizo, claro que si. Entro caminando de puntillas mientras veía la pequeña Louis que entraba por la ventana de la habitación, la luz de la luna. Se lo pensó dos veces antes de subirse a la cama y gatear hasta acostarse al lado de Harry, y aún así no pudo dormir hasta que se animó a abrazar al rizado, el cual solo soltó un suspiro cansado entre sueños.
Hoy 9:33 AM
Tomo su celular y reviso sus mensajes, nada nuevo. Se quejo al ver la falta de batería en el dispositivo, escondió su rostro en sus manos mientras trataba de hacer que se me fuera el sueño.
"Tú siempre vas a estar solo Louis, no somos tus amigos, solo nos conocemos"
"Eres un estúpido ingenuo"
"Puedes dejar de ser tan hablador? Me estresas"
"Deberías aprender de Lottie"
"por qué siempre comes solo en los recreos? Te gusta la atención? Lo haces para que te tengan pena"
Y Louis no quería que le tuvieran pena, Louis quería amigos, no quería ser el niño rico que todos odiaban porque su padre podía echarlos del colegio en un abrir y cerrar de ojos. Nadie se acercaba a él, los profesores le tenían miedo, y a veces Louis no sabía si pasaba de curso por el o por su padre.