Louis despertó a las seis de la tarde, se concentró en tratar de aclarar su vista, cuando lo hizo, vio hacia el asiento en el que Harry se había quedado.
No estaba.
Reacciono, ya no tenía sueño de repente y tal como podía pararse, así mismo se levantó corriendo hacia la puerta, no fue necesario gritarle a todos para que me explicaran el paradero de Harry, pues este acababa de abrir la puerta.
—despertaste, que bien. Te he conseguido una cita con esta mujer... Abigail, creo que te va a vender una tienda— Harry le entregó una carpeta, Louis parpadeo.
—Abigail... Abigail Andrade?—preguntó el ojiazul, Harry asintió ajeno a todo. Pronto, Louis lo abrazo, besando su mejillas repetidas veces.
—Louis, qué pasó?— Harry le devolvió el abrazo, sintiendo los besos que el mayor dejaba en su mejilla, cerró los ojos.
—he estado tratando de hacerla venir por un año, un año! Y nunca respondía, Harry has echo magia— Louis le sonrió agradecido.
—oh, entonces de nada. Pero eso no es lo importante ahora, dormiste bien?— preguntó mirándolo asentir, lo miró de arriba a abajo tratando de comprobar que no este cansado.
—igual me faltan much— fue interrumpido—no, yo los firme todos— dijo Harry, sonriendo orgulloso, Louis preguntaría como lo hizo, hasta que recordó que Harry todavía estaba casado con el, tenia su apellido.
—has venido a mi vida a salvarme, Harry.
—¿entonces podemos volver casa?— casa, esa palabra, Louis sonrió y asintió caminando para ponerse los zapatos y luego salir de aquella oficina.
En los pasillos todos saludaban a Harry, a Louis le pareció raro pero no comento nada de eso, abrió el auto y emprendieron camino de vuelta a la casa.
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—Harry!— Louis entro de golpe a la habitación, espantando al rizado quien estaba poniéndose unos zapatos.
—Louis, qué pasó?— preguntó Harry, levantándose para acercarse a el —mi mamá y mi hermana vienen hoy, no sé qué hacer— Louis miró a los lados con desesperación, Harry puso sus manos en los hombros del mayor.
—Louis esta bien, que se supone que debería preocuparte?— Louis frunció el ceño —todo, cuando era pequeño mi mamá se quejaba de todo lo que hacía, también me decía que cuando viviera solo me comerían los gusanos porque soy una persona muy desordenada— Louis miró a la puerta, esperando a que alguien entrara.
—la casa está limpia Lou, no te preocupes, solo se tu mismo, al final del día es tu mamá—Harry le tomo la mano sacándolo de la habitación para sentarse en el sofá, Louis se sentó frunciendo el ceño, pensando en cual sería la reacción de su mamá al verlo.
—y si no sale como tú querías, cuando se vaya podemos cocinar lo que tú quieras— le dice Harry, caminando hacia la mesita para tomar el control de la televisión.
—Harry, ven aquí— Louis hizo lo de siempre, palmeó sus piernas dos veces, Harry encendió la televisión y se acurrucó en el regazo de Louis, sintiendo cómo este apoyaba su quijada en su hombro.
—me quedaría así toda la vida— susurro contra el odio del rizado, quien sintió un aire frío pasarle por la espalda — y-yo también— le respondió instantáneamente, cerrando los ojos para aspirar el perfume de Louis, Dios, había olvidado lo mucho que le gustaba.
—no te duermas bonito, te necesito despierto para cuando venga mi mamá— Louis le acarició el cabello, Harry asintió con los ojos cerrados.
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Eran las tres de la tarde cuando Louis salió de la habitación de Harry, dejándolo usando la portátil, el timbre había sonado y el sabía de quienes se trataba.
Pero el no se esperaba no solo ver a su mamá y a su hermana, también a su papá, y al novio de Lottie, Matteo. Sonrió nervioso —mamita!— alzo los brazos para abrazar a su madre, quien le correspondió.
—Louis, espero que tu casa tenga un olor decente, sabes que todo me da dolor de cabeza— dijo su madre, entrando —Lottie, cada día mas rubia— Louis abrazo a su hermana, quien le correspondió el abrazo soltando una carcajada.
—ya sabes cocinar?— pregunto, Louis ignoro su pregunta, extendiéndole la mano a Matteo, quien la apretó.
—hola, Louis— saludo, siguiendo a Lottie para entrar a la casa, Mark abrazo a Louis por los hombros y entraron sonriendo.
—bien, Que compraste para empezar a cocinar?— la madre de Louis entro a la cocina —como... tú vas a cocinar mamá?— pregunto Lottie, Jay asintió.
—no, no esperen, les tengo que presentar a alguien— dijo, mark sonrió sabiendo de quien se trataba, Lottie Matteo y Jay se miraron.
—ya vuelvo— Louis corrió hacia la habitación de Harry, abriéndola para verlo aún sumergido en la portátil —llegaron.
Harry se levantó de un brinco —qué? Qué hago?— preguntó, acercándose a Louis tratando de ver detrás de el —nada, ven te los voy a presentar— Louis lo jalo del brazo.
Continuará 🤨
