Louis volvió al sofá con un plato de comida en la mano, Harry lo miró pensativo, tenía miedo de alguna manera, porque Louis estaba siendo bueno con el y ni se conocían, así que probablemente en algún momento Louis podía matarlo.
—mira— Louis se acomodo en el sofa para mirarlo, Los orbes verdes de Harry se posaron en el azul de Louis —tenemos que arreglar unos papeles en la empresa, no me puedo ir pero en cuanto termine te llevo— explico, Harry asintió, buscando el número de su mamá en llamadas recientes.
El celular empezó a sonar, su madre cogió la llamada a los 6 segundos, Harry sonrió —mami— dijo, esperando escuchar a sus madre.
—mi niño, como estás? Ya comiste?— Anne se sentó en el sofá.
—hola ma, ya comí y estoy bien, Louis me dijo que pronto podré ir a casa— dijo, el ojiazul le sonrió sin despegar los labios, ya que tenía comida en la boca.
—oh, bebé quien es Louis?— preguntó su mamá, Harry frunció el ceño recordando que no le había explicado a su mamá nada.
—Louis me está dejando quedarme en su casa mientras tanto, el me llevará a casa mami, no te preocupes— el rizado pasó su dedo índice por la punta de su nariz dos veces.
—bien, Harry tu papá no está ahora pero cuando llegue te puedo llamar?— si mamá sonaba preocupa, Harry miró a Louis, quien encogió los hombros —si, claro— le respondió, suspirando.
—está bien, hablamos mi amor, tengo que ir a buscar a Gemma al colegio.
Harry escucho como su mamá cerraba la llamada, Louis le sonrió otra vez, Harry se preguntó el por qué sonreía tanto, sin embargo no preguntó.
—ven— Louis se levanto y le hizo una seña para que lo siguiera, Harry se levantó siguiendo los pasos del mayor hacia la habitación de arriba.
Esta vez la habitación ya estaba ordenada porque Alejandra la había arreglado, Harry lo vio caminar hacia el armario mientras buscaba con algo de desesperación.
—mira, ponte esto— Louis le entregó un polo gris y un pantalón negro, Harry alzo una ceja —¿para qué?— preguntó el rizado tomando las cosas en sus manos, Louis se tiro de espalda a la cama.
—vamos a comprarte ropa, la mía te queda muy grande.
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Cuando Harry estuvo cambiado, Louis lo arrastró hasta afuera, llevándolo hasta el estacionamiento en donde se encontraba su auto, Harry fingió que no se sorprendió al ver el auto que tenía Louis.
Louis le abrió la puerta para que entrara, Harry se lo pensó, y termino sentado en el asiento del copiloto, Louis encendió el auto y emprendió camino hacia Sabra Dios donde.
Pronto supo, se detuvieron en una tienda que nunca en su vida hubiera pensado que vería, Louis tomo sus llaves y lo miró, Harry no tenía color en la cara.
—¿no podíamos ir a una tienda normal del centro comercial?— dijo, Louis alzo una ceja y negó.
—no, ademas no habrán muchas personas porque les he dicho que no permitan la entrada de nadie, así que quédate tranquilo, vamos.
Harry pestañeo y también se pellizcó, deseando abrir los ojos y darse cuanta de que estaba en su habitación, en su casa.
Louis saco su teléfono y tecleo algo, una mujer alta de pelo rojo y piernas largas les abrió la puerta, llevaba una falda y una blusa blanca totalmente finas, Harry quiso salir corriendo.
—Louis! Bienvenido, te estábamos esperando— la chica los dejo pasar, Harry detrás de Louis todo el tiempo.
—He estado algo ocupado, por eso no he podido pasar por aquí, pero, hoy no vengo por mi— el ojiazul pasó su mano por el hombro del rizado, poniéndolo a su lado.
