Capitulo 33. Buenos dias bella durmiente

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Mi fin de semana paso volando, como si aquel sábado por la tarde el tiempo hubiera decidido pasar demasiado rápido, junto con el domingo para llegar a la tortura del lunes.

Lo peor de todo es que estoy de malas, porque haya pasado tan rápido mi fin, mi sueño del domingo a hoy ha sido devastador, no he podido poner el ojo en el sueño, realmente no pude dormir ni un poco, o si lo conseguí no descanse nada.

Bajo las escaleras después de haberme lavado los dientes, me volteo a ver al espejo que esta junto a la puerta y suspiro, no hay manera de ocultar que no he descansado bien o que no he podido poner ojo en la almohada, mis ojeras.

Grandes y grises, lo que mas odio al momento de tener este tipo de aspectos es que las personas te dicen comentarios como "¿No dormiste bien?", "Alison, ¿Que paso? te ves cansada", "Parece que alguien no durmió nada", ese tipo de comentarios los odie, si, lo se, no dormí bien pero por favor no me lo recuerdes.

Me ajusto  la mochila a mi hombro, después abro la puerta con mi mano derecha, mientras que con la izquierda me tallo el ojo y bostezo.

─Vaya que verte así provoca que me enamore mas de ti ─Ruedo los ojos mientras termino de bostezar─. Buenos días Alison.

¿Por que odio tanto ver su sonrisa aparecer como si está fuera aire? La eleva tan fácil como si no costara más hacerlo.

—¿Se te ofrece algo Matías? —Sostengo mi mochila con ambas manos mientras volteo al suelo.

Me veo fatal y se ha dado cuenta, es lo que provoca que lo odie más.

—Le prometí a tu mamá que me encargaría llevarte al instituto —Da un paso hacia el frente—. ¿O acaso ya lo olvidaste?

Trago saliva, me pongo tensa pero el no me puede ver así. Así que lo empujo con el brazo mientras provoco que salga de mi casa, y yo también lo hago. En ese momento cierro la puerta y le hablo mientras estoy de espaldas.

—Imagine que solo te comportaste así porque mi espalda estaba lastimada y como ya no lo está... —Dejó la frase incompleta.

Me volteo y me sorprende ver que esta tan cerca de mi.

—¿El que? —Trago saliva, odio su cercanía—. ¿El que ya no me iba a importar llevarte solo porque ya no estás lastimada?

Camino a lado de él. Como dije no puedo hacer nada que muestre indicios de nerviosismo total.

─Así que no eres de esos chicos ─Sonrío de lado, se muy bien que el no me puede ver ya que me adelanto unos pasos─. De los que solo trata de lucirse unos cuantos días y depuse lo deja.

─No sabes que clase de chico puedo llegar a ser ─Su oración no suena a reclamo, si no mas bien a una invitación─, pero...

─Si te doy la oportunidad podría descubrirlo ─Me volteo hacia con el a dos pasos de su carro, y enarco una ceja─. Mejor quiero descubrirlo, sin lo primero.

No le dare la satisfacción de que conozca lo que siento o lo que no se que siento.

─Eso no seria justo ─Lo dice sonriendo, como si un destello hubiera aparecido con algo de esperanza.

Nos observamos por varios segundos. Su sonrisa va disminuyendo poco a poco, creo que con mi seriedad lo he preocupado, no es que este molesta realmente, simplemente me siento cansada por no haber dormido realmente.

Tal vez a veces sea mala descifrando lo que sienten las personas, pero debo de aceptar que cuando lo observo justo ahorita en su mirada hay una alarma de preocupación. ¿Por que parece así?

No es como si estuviera enfadada con él por algo. No comprendo del todo... Así que decido terminar su oración.

─La vida no es justa ─Me encojo de hombros.

Me volteo al carro y para mi sorpresa Matias se adelanta y paso y me abre la puerta, suspiro cansada mientras entro a este.

Entonces grito en cuanto me acomodo en el asiento, la cara de Tommy se encontraba muy cerca de la mía, puedo deducir que se esta asomando entre el hueco que hay entre los dos asientos del copiloto.

─El que debería de gritar soy yo ─Y aquí vamos─. Porque traes una cara de muerto, ¿O acaso viste uno antes de entrar?

Lo veo posicionarse en el asiento de atrás, ahora si sentado.

─Gracias por el comentario ─No me queda mas que aceptar la verdad.

Su risa se escucha por todo el carro, y provoca que me ponga tensa, ríe exactamente como su hermano.

─Restando las bromas ─A decir verdad si no supiera que es menor que Matias, Thomas podría parecer de su edad─. ¿Qué fue lo que sucedió contigo?

Exactamente como lo pensé hace varios minutos atrás, así que empezamos con esa clase de preguntas.

Matias sube y enciende el carro.

─No dormí bien ─Con ello me acomodo de lado en el asiento para ver por la ventana.

─Creo que alguien no viene de mucho humor hoy ─Escucho susurrar a la perfección a Tommy─. ¡Auch! Eso dolió Matt.

Volteo un poco y veo como ambos sonríen, pero por el brazo estirado de Matias hacia su hermano, se muy bien que este le ha dado un puñetazo, desconozco donde se lo habrá dado... Pero eso provoca que sonría un poco de lado, y Matías o nota pero aun así se ve tenso, ¿Por que el debe de ser el tenso aquí? Yo solo me siento cansada y el parece nervioso, ¿Como llegamos a este punto?

Escuche a ambos chicos platicando en todo el camino sobre el entrenamiento de Thomas, resulta que el chico practica futbol soccer, una cosa nueva sobre la lista de como es Tommy, un chico deportivo y eso lo caracteriza de su hermano que por lo que se bien no practica ningún deporte, aunque tal vez lo haga pero no hare la pregunta... Aunque tal vez le guste mas las cosas que tengan que ver con lo artístico, porque entro al taller de teatro y bueno, por Frederick se, toca el piano... Tal vez eso si deba preguntar algún día. Ya que bueno se escuchaba que si sabia tocar muy bien.

Observo como se estaciona a mitad del estacionamiento, el viernes pasado cuando también me trajo me comento que le gustaba en medio porque estaba a mitad de la salid y a mitad de la entrada. No me molesta caminar, pero se me hizo curioso como lo comento. Ya que la mayoría de las personas les gusta quedarse hasta el frente, por ejemplo hasta adelante siempre veo el carro azul de Amber estacionado junto con su amiga que siempre le hace segunda para todo, Ashley.

Se me olvida que Tommy sale demasiado rápido del carro que Matias y yo estamos sentados, es ahi cuando todo el peso de mi sueño cae sobre mi, ese cansancio de hace dos noches y me permito cerrar los ojos.

Demasiado pesado se siente mi cansancio, que bostezo un par de veces. Al igual que mis ojos se sienten Tan pesados como para poder abrirse.

–¿Todo bien Alison?

Matías suena muy preocupado, tal vez siga pensando que estoy enojada con él, pero aquí la única persona a quien deberían odiar es a mi. Demasiado bueno para ser verdad, demasiado fácil.

—Si, solo dame un par de minutos necesito descansar —Apenas mi voz se escucha, espero que haya escuchado.

Más no se bien lo que sucede, pero es tanto mi cansancio que cuando abro los ojos se muy bien que no han pasado unos cuantos minutos, se muy bien que he descansado de más. Podría decir que hasta horas.

Mi vista se empieza a enfocar, sigo en el carro de Matías pero mi vista me empieza a fallar ya que no creo que nos encontremos estacionados en un lugar como este. No podríamos sería muy poco probable, y más porque deberíamos de estar en clases.
Pero lo único que escucho es una pequeña broma de Matías.

—Buenos dias bella durmiente —Trato de enfocar la vista hacía con él, pero todavía no puedo conseguirlo del todo—. ¿Descansaste, lindura?

Gruño, no se que me pone mas de malas no saber en donde estoy exactamente o que me siga llamando lindura.

Abro mi boca para hablar, pero no se exactamente que decir.

My first love [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora