Polluelo (Batifamilia)

Parte 2: Polluelo perdido.

  Ya al siguiente día Damián se despidió de su familia antes de que salieran, supuso que como la fiesta empezaba a las cinco (y ellos se iban desde la mañana para asegurarse que todo estuviera en orden) no volverían hasta mañana en parte del medio día. Mejor para él. Tendría un día y medio para hacer lo que se le plasca. A las dos horas ya había empezado a aburrirse.
  El polluelo no había comido nada porque pensaba que era mejor esperar hasta que tenga hambre de verdad. Jugaba en el jardín con sus tres mascotas usando ropa normal, estaba seguro que si su abuelo lo viera así ya le hubiera regañado y no le permitiría salir con ese frío hasta que volviera la primavera. Las horas pensaban y el aburrimiento crecía, en cerio que extrañaba pasar tiempo con su familia, aun cuando le gritaban y lo miraban mal los extrañaba. Pero para sorpresa del polluelo al reloj dar las 6 en punto de la tarde una limusina llego al nido, que trajo a su papa junto a una mujer rubia con pechos de plástico y cuerpo operado.

- ¿Porque habrá llegado tan temprano? - se pregunto así mismo antes de entrar mientras sus mascotas se le quedaban viéndolo. Además ya empezaba a tener demasiado frío y quería calentarse.

  Al entrar de nuevo al nido el polluelo observo a su padre llevándose a esa mujer a su habitación, el quería seguirlo y descubrir quien era, pero prefirió esperar y después hablar con su padre. Desde su habitación no se escuchaba ni un solo sonido del cuarto de su padre, esperaba escuchar una conversación o incluso pasos, pero nada; eso ya le empezaba a preocupar y debatía con su peluche si debería interrumpir o si mejor esperaba.

- ¿Tu crees que debería llamar a su puerta? - hablaba Dami con el muñeco - se que es grosero pero y que tal si esa mujer lo que busca es dinero - se defendió y luego se levanto con el muñeco en brazos.

  Los pasillos del nido estaban tan oscuros que apenas y se lograban distinguir las habitaciones, y las sombras de los alrededores se levantaban de apoco para asustar y susurrar entre la oscuridad los cuentos que se inventaban. Damián cada vez que pasaba por callejones oscuros o pasillos desiertos no podía evitar sentir miedo a las sombras que se cernían por los alrededores, sentía que ellas se lo llevarían en cualquier momento y que lo encerrarían en las profundidades de la oscuridad. Sus pensamientos y temores de detuvieron cuando llego a la puerta de su padre, aun recuerda la única vez que pudo abrazar a su papa sin ser apartado con escusas de que tenia trabajo que a ser.

Flash back...

  Damián se encontraba caminando por los pasillos de su nuevo nido hacia el cuarto de su padre, había tenido una horrible pesadilla y desde entonces no pudo dormir. El reloj del fondo marco las 2 de la mañana. El polluelo siguió caminando hasta toparse con la puerta y toco. Su padre salio con el torso descubierto con un pantalón de pijama y una toalla en su pelo.

- ¿Damián? - le llamó confundido - Que haces aquí polluelo, deberías estar durmiendo - dijo y el pequeño solo entro y se acostó en la cama.

  Bruce se puso una camisa y siguió a su hijo hasta la cama arropándolos a ambos.

- ¿Tuviste una pesadilla? - le pregunto y este asintió con la cabeza abrazándose mas a su padre - ¿Me quieres contar? - volvió a preguntar y su hijo negó - Damián, yo siempre estaré para ti mi polluelo. No tienes que tener miedo de nada.

  Después de esas palabras padre e hijo pudieron dormir en una pacífica aura siendo arrullados por los murmullos del viento y la luz de la luna.

Fin del flash back...