Capítulo 30

1K 61 0
                                    

Sabrina escondió el sobre bajo la camiseta y se bajó los pantalones justo a tiempo para sentarse a la par que la puerta se abría, simulando que estaba haciendo sus necesidades. Miró a Percy, sorprendida y molesta.

-¿Disculpa?¿No ves que está ocupado?

El chico revisó el cuarto de baño y cerró la puerta, murmurando una disculpa. Sabrina entonces se levantó asqueada. Se volvió a vestir y salió del lavabo, intentando disimular el sobre bajo su ropa. Emma y Percy estaban sentados uno al lado del otro en la cama, Percy mirando el estómago de Emma mientras esta le decía algo entusiasmada.

Él la giró su vista hacia ella cuando la oyó entrar.

-¿Ya has acabado?-preguntó serio.

-Sí. La próxima vez podrías picar la puerta.

-¿Por qué debería picar la puerta del baño de mi propia casa cuando, en teoría, no hay nadie? Da igual, ¿qué queréis? Emma no puede venir aquí, ya vino el martes.

-Justamente queríamos hablar de eso. Tu mujercita la ha cagado-dijo Sabrina.

-¡Eso no ha sido del todo así! Percy, déjame explicártelo: Will se ha olido que algo iba mal. Se han juntado muchas cosas; el imbécil de Finn, el silencio de Laura, las idiotas de su cuñada y su suegra... Demasiadas cosas han interrumpido mi tiempo a solas con Will y no he podido separarlo de ella. Hay que hacer un cambio de planes.

Percy suspiró y se tumbó en la cama, tapándose la cara.

-Marchaos. Tengo que pensar. No me puedo creer lo inútiles que sois. Finn hizo su trabajo mucho mejor que vosotras dos. Ya os llamaré cuando os necesite otra vez.

Mi amor no es ciego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora