Una semana más tarde, la familia Jhonson se encontraba en el juicio. Alberto estaba en casa de su amigo Manel, Laura y Will no querían que el niño se enterase, pero Julie había decidido apoyar a Will y estaba sentada en el banquillo de los testigos, pálida. Charles y María también estaban ahí, junto a Sabrina y Emma. Todos ellos apoyaban a la pareja, mientras que el único apoyo que Percy tenía era el del único amigo que había sobrevivido a tantos años a su lado.
El juez se levantó y leyó los nombres que figuraban en la lista:
-Will Jhonson y Laura Sánchez denuncian a Percival Jhonson por intento de homicidio. Veo que, hace unos años, ocurrió algo similar. Oigamos la declaración del acusado.
El juez se sentó y Percy se levantó. A su lado, el abogado público que había conseguido repasaba los documentos del juicio.
-Señoría, mi hermano y su mujer han vuelto a atacarme sin motivo ninguno. ¿Por qué querría asesinar yo a mi querida cuñada? Es más, ¿por qué mataría a la persona a la que he confiado la vida de mi querida hija?
-¿Tiene una hija?-preguntó el juez.
-Así es. Tengo una hija con la mujer que está sentada en ese banquillo, apoyando al hombre que me acusa falsamente. Me siento devastado al ver lo poco que significa para ella nuestro amor y el fruto de este, nuestra hija.
Sabrina rodó los ojos mientras Emma aguantaba su ira. El juez le pidió a Percy que se sentase y decidió escuchar lo que Emma tenía que decir.
-Lo primero que quiero hacer es pedir una disculpa a Laura y a Will. Hace casi un año conocí a Percy y me pareció un hombre guapísimo, así que pasé una noche con él. Una noche se volvió en un mes y eso acabó en un embarazado no deseado por ninguno de los dos. Tampoco teníamos recursos suficientes para abortar puesto que yo soy huérfana y a duras penas me mantengo yo sola siendo una joven sin estudios y él se fue de casa nada más cumplir los dieciocho años. Pero, como su padre tiene mucho dinero, Percy me ofreció un trato: si le ayudaba a matar a Laura él se haría cargo al completo de nuestra hija. Debimos dejarlo por escrito, porque ya puede ver cómo se ha deshecho de ese fruto de nuestro amor del que tanto se llena la boca en menos de dos semanas. Estoy dispuesta a pagar por lo que he hecho si con eso arrastro a este desgraciado conmigo.
Tras la declaración de Emma, el juez le permitió sentarse de nuevo y le dio el turno de palabra al abogado de Will y Laura.
-Bien, gracias a las cámaras de seguridad del hospital podemos ver a un joven de complexión bastante similar a la del acusado aquí presente entrando en la habitación de mi clienta.
Una pantalla mostraba las imágenes de las que hablaba. Se veía a Percy caminando hasta la puerta del cuarto de Laura y acercarse a la cama. Se le vio sacar unas tijeras del bolsillo trasero del pantalón y acercarlas a ella, antes de que Will lo detuviese.
-Están viendo ahora mismo cómo la pareja de mi clienta detiene el que podría haber sido una terrible catástrofe. Sé que se estará preguntando cómo es posible saber que ese chico es, en efecto, el acusado.
Levantó una sudadera negra de la mesa en la que se encontraba.
-Esta sudadera es la prueba de que ese joven se encuentra en esta habitación. Si ampliamos la imagen en la que entra en la habitación podremos ver que la sudadera que lleva puesta tiene un gran agujero en el hombro derecho. Si giramos la sudadera que tengo en mis manos ahora mismo, veremos que tiene un agujero igual en el mismo sitio. Esta prenda ha sido extraída del piso del acusado ya que, como bien sabe, señoría, pedí una orden de registro y se me fue concedida-acabó de hablar el abogado, dejando la sudadera de nuevo encima de la mesa.
ESTÁS LEYENDO
Mi amor no es ciego.
Short StoryContinuación de "El amor es ciego." si no lo has leído, lee primero ese libro y luego vienes a este, es importante saber lo que pasó. Will y Laura, ahora casados y ella embarazada, deberán tener cuidado. ¿Por qué? Percy está libre y preparado para h...