Veinte minutos de conducción temeraria condujeron a Will hasta le hospital, donde entró como un loco. Se acercó rápidamente al mostrador y preguntó por Laura. Las enfermeras primero intentaron calmarlo, pero eso solo hacía que Will se preocupase más. No fue hasta que vio una cara conocida que se relajó un poco.
-¡Jasper! Dime que sabes algo de Laura, por favor.
El anciano ginecólogo puso una mano sobre el hombro de Will, serio.
-De momento está estable. Presenta síntomas de intoxicación, pero no estaremos seguros hasta que el análisis se realice. He dado mi consentimiento para que lo hagan, no te preocupes. Necesito que me digas lo que comió por última vez, eso sí-dijo.
-No lo sé, solo la he visto esta mañana, antes de irme a trabajar. Vi que se hizo unas tostadas con aceite y sal, de esas que le gustan a ella. Y un zumo de naranja, hizo para ella y Alberto. Luego está sola en casa, a veces va con mi madre o Maribel, pero no sé lo que hace. No he pasado por casa todavía, cuando vuelva puedo mirarlo-respondió Will casi sin pensar en lo que decía.
-Vamos ahora, cuanto antes resolvamos este asunto mejor.
-Espera, tengo que ver a Laura, tengo que saber que ella y el niño están bien...
-¡Jasper!
Una mujer de mediana edad, que Will conocía por ser la ginecóloga encargada del embarazo de Laura, se acercó al hombre. Le susurró algo al oído que hizo palidecer a Jasper y los dos salieron corriendo hacia un pasillo, con Will detrás. Casi los alcanzó cuando dos agentes de policía les paró.
-Caballero, no puede correr por los pasillos de un hospital.
-Por favor, déjeme ir, me acaban de llamar del hospital diciéndome que mi mujer está ingresada. No me han dicho nada más y aún no la he visto, por favor déjeme verla.
-Se ve que está usted muy alterado, relájese primero. Estoy seguro de que su mujer no querrá verlo así.
-Espera, Paco, ¿acaso vive tu mujer en una de esas casas que están al lado del barrio chino?
-Sí, ¿por qué?-preguntó Will.
-Hemos acompañado a su mujer hasta aquí. Un vecino nos ha llamado alertado por los ladridos del perro. ¿Cómo se le ocurre dejar a una mujer ciega y embarazada sola?
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Mi amor no es ciego.
Short StoryContinuación de "El amor es ciego." si no lo has leído, lee primero ese libro y luego vienes a este, es importante saber lo que pasó. Will y Laura, ahora casados y ella embarazada, deberán tener cuidado. ¿Por qué? Percy está libre y preparado para h...