Zhan
La fiesta fue muy divertido, estuve la mayoría del tiempo con Yibo, aunque tuve momentos en los que conocí a gente de la manada, todos eran muy simpáticos y me agradecían el que fuera su Luna. Baile con la gente, me divertí mucho.
- Perdona ¿Te puedo robar a mi Mate? - pregunto Yibo al señor con el que estaba bailando en ese momento.
- Por supuesto, Alfa.
El señor ofreció mi mano a Yibo que este no dudo en coger, en cuanto me tuvo me aplasto contra su amplio pecho.
- No tenías que estar celoso, solo es un señor mayor, además tiene a su mate - dije divertido.
- Lo sé, pero es que estoy cansado de compartirte – me susurro al oído.
Eso me hizo reír, es como un niño pequeño con un juguete nuevo. Bailamos unos cuantos temas lentos más, juntos. Aunque a mí ya me empezaban a doler los pies, seguro que se me haría ampolla por los zapatos nuevos.
Entonces me di cuenta de que muchos miembros de la manada miraban por la ventana, me pareció raro, pero como Yibo no me dio ninguna señal de que pasara algo no le di importancia. Pero cuando intente mirar yo por la ventana, de reojo, Yibo hizo que diéramos un giro, impidiendo que pudiera ver.
- Mi Vida, ya es hora de retirarnos, es tarde - me dice Yibo cuando la fiesta se estaba acabando, quedaban pocas personas en el salón.
- Vale - quería quitarme los zapatos ya, me estaban matando.
Ahora note nervioso a Yibo, así que decidí seguirle sin hacer bromas. Subimos agarrados de las manos, en cuanto llegamos arriba Yibo paro en seco y miro para atrás un momento y luego me miro a mí sonriendo, pero se notaba demasiado que era forzada.
- ¿Qué pasa? - pregunte preocupado.
- ¿Eh? No nada... - le notaba muy nervioso - solo pensaba en que cuarto...
- ¡Ah, eso! Pues me da igual – dije tímido, mientras me sonrojaba.
- Deja que te lleve a nuestro habitación.
Me cogió como si fuera una princesa.
- ¡Hey! Que puedo andar – me queje entre risas.
- Lo sé, pero ¿No es tradición entrar con el novio en brazos?
- Eso es en las bodas.
- Esto es como una boda en nuestro mundo.
- Supongo que es cierto.
Me beso, puse mis manos en su nuca profundizando el beso.
- Mmmm – gruño cuando me separe, cosa que me hizo reír.
Me llevo hasta su habitación, que a partir de ahora sería nuestro, y me dejo en medio de la cama, se tumbó a mi lado.
- Ahora a dormir, debes de estar cansado – dice poniendo la manta encima nuestro.
Gire la cara mirándole confundido, a lo que él me miro frunciendo el ceño.
- ¿Qué pasa? – me pregunto.
- ¿No será mejor cambiarnos de ropa primero? No sé, ¿Ponernos el pijama o algo más cómodo?
- Sí, claro, lo siento, estoy tan cansado que no sé dónde tengo la cabeza - dice sacando la manta de encima.
- Voy al otro cuarto, esta todo mi ropa allí, a cambiarme ahora vengo.
Me levante de la cama, fui al cuarto de al lado, el que antes era mío, cogí el pijama corto y me cambie. Yibo estaba muy nervioso, pero no eran nervios normales, era como si quisiera salir corriendo en cuanto me diera la vuelta. No lo quiero pensar mucho no vaya a ser que me lea el pensamiento, y se raye más. Volví a nuestro habitación y me encontré con Yibo ya metido en la cama esperándome.
- Mmmm... - gruño al verme, palmea el sitio a su lado en la cama - ven.
Me subí a su lado y me tape igual que él. Nos tumbamos de lado cara a cara, me abrazo y me acariciaba el pelo, mientras yo paseaba mi mano por su espalda.
- ¿Estas bien? – pregunte.
- Sí ¿Por qué preguntas?
- Es que te noto nervioso.
- Es porque estoy al lado del hombre más hermoso del mundo - sabía que lo estaba diciendo para no decir la verdad.
- Que tonto. Ahora enserio.
- No es nada.
Aunque tuviera demasiado curiosidad, decidí dejar el tema, ya que veía que no me lo iba a decir, o por lo menos por ahora.
- Buenas noches, mi Vida – me beso.
- Hasta mañana, cariño – dije sonriendo.
Me costó dormirme ya que notaba el nerviosismo de Yibo, ahora sabía que no era por mí, porque cada dos por tres notaba que miraba si estaba dormido del todo. Quería irse en cuanto me durmiera, ¿Dónde? No lo sé. Eso hizo que me entristeciera, se suponía que quería estar conmigo y ahora que ya me tiene marcado se quiere ir.
Al final caí dormido por el cansancio, pero mi cabeza era un lio me sentía triste y decepcionado. Esperaba que la ilusión del juguete nuevo no se le fuera muy rápido.
Yibo
Había hecho subir a Zhan al cuarto, en cuanto note problemas cerca de la casa. Se me hizo eterno el esperar que Zhan se quede dormido, pero en cuanto se durmió, salí corriendo para ver que estaba pasando.
- Alfa, la manada de Wen está en el perímetro y acercándose. Quieren guerra por lo de He Peng - me informo un soldado.
- ¿Están muy cerca? – pregunte.
- Los estamos manteniendo, no sé cuánto podremos aguantar así, Alfa –eso significa que tenemos que actuar cuanto antes.
- Poner en marcha el plan de evacuación recordarles a todos que es el camino de la derecha no quiero a nadie en la otra entrada. Mujeres, niños, mayores, también a mi Luna y Ji Yang. Avisar a Hao Xuan lo quiero aquí, ya. Los demás a sus posiciones. ¿Entendido?
- Sí, Alfa – gritaron todos a coro.
Todo el mundo empezó a correr de un lado a otro tras dar esa orden.
Yo salí de la casa, junto con los mejores soldados que tengo, para mirar una estrategia de defensa. Pero fuera era un caos, ya estaban casi llegando a la casa así que me transforme en lobo, aullé llamando a los míos y me lance junto con mi manada a luchar.
Tengo que defender a los míos no iba a dejar que ahora que por fin había encontrado a mi Luna, mi Mate, mi Vida, me lo quitaran todo. Por encima de mi cadáver.
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Mi ALPHA
DiversosXiao Zhan, el nuevo chico del pueblo, tímido y dulce. Busca cambiar de aires, dejar de pensar en su cuidad. ¿Cómo puede cambiar mi vida una sola palabra? "Mate"